Trabajadores del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y de la estatal Petroecuador expulsaron hoy de sus puestos a decenas de altos funcionarios y empleados de confianza que habrían sido "colocados" por el gobierno de Abdalá Bucaram.
Bucaram fue destituido por el Congreso unicameral el jueves pasado, y en su lugar se encuentra, desde este martes, Fabián Alarcón, ex presidente del parlamento.
"En el nuevo gobierno no existirán cuotas partidistas ni empleadillos de confianza que son colocados por imposición", señaló Marcelo Román, líder de los empleados de la compañía petrolera del Estado.
Según Román, el gobierno de Bucaram "compró cientos de renuncias de trabajadores que brindaron sus servicios por muchos años al Estado, para colocar a sus amigos y parientes".
"Esto se acabó", sostuvo el líder sindical, quien fue nombrado presidente de Petroecuador, por los trabajadores de esa entidad.
Los empleados del IESS desalojaron de sus oficinas a siete altos funcionarios, entre ellos el director nacional de medicina, y prendieron fuego a los retratos de Bucaram y a los documentos del anterior gobierno.
Unas 3.000 personas afiliadas al Partido Roldosista Ecuatoriano, que lidera Bucaram, fueron contratadas por el Instituto desde que el ex presidente asumiera el 10 de agosto pasado.
En su discurso de posesión el nuevo jefe de Estado señaló que todos los trabajadores que habían sido despedidos injustamente, vendiendo sus renuncias, retornarían a sus puestos de trabajo.
Asimismo, pidió a los funcionarios públicos nombrados por el gobierno de Bucaram que dejen sus puestos lo antes posible.
Bucaram fue considerado "incapaz mental" por el parlamento, que nombró a Alarcón presidente interino.
Sin embargo, desconoció lo actuado por los legisladores y la vicepresidenta, Rosalía Arteaga, se autoproclamó primera mandataria, al invocar su legítimo derecho a la sucesión.
La crisis institucional concluyó este martes cuando el Cngreso validó un acuerdo entre Alarcón y Arteaga, que contó con el visto bueno de las Fuerzas Armadas.
Alarcón fue nombrado nuevamente presidente interino hasta agosto de 1998 y Arteaga reasumió sus funciones como vicepresidenta.
Según recientes datos de la encuestadora Market, 85 por ciento de la población estaría conforme con la destitución de Bucaram y el nombramiento de Alarcón. (FIN/IPS/mg/97
