El gobierno de Italia proyecta despenalizar el consumo de estupefacientes y destinar a comunidades de recuperación o mantener en detención domiciliaria a los culpables de delitos menores relacionados con la droga.
Las autoridades entienden que la cárcel no resuelve el problema de la drogadicción, sino que lo acentúa, y se proponen abrir las celdas donde están encerrados ahora 15.300 tóxicodependientes, frente a 11.500 en 1991.
Los drogadictos constituyen un tercio de la población penal italiana. "Son demasiados y la cárcel agrava sus problemas, no los soluciona", afirmó el día 4 la ministra de Solidaridad Social, Livia Turco.
Según cálculos oficiales, hay en Italia 250.000 consumidores de heroína, 500.000 de cocaína, 70.000 de anfetaminas o LSD, un millón de personas fuman hashish y 200.000 emplean nuevas drogas.
Los muertos por droga fueron en 1.140 en 1995, ante 867 en 1994. En 95 por ciento de los casos, el factor letal fue la sobredosis de heroína.
El gobierno considera el trabajo socialmente útil como medida alternativa para quienes fueron condenados a penas leves por delitos vinculados con la droga.
El asunto que ha provocado mayor discusión es la hipótesis de exclusión de la condena a la cárcel en el caso de toxicómanos que cometen delito para obtener su dosis de droga.
La reforma prevista beneficiaría, por ejemplo, a aquellos que roban para conseguir la droga, quienes serían destinados a comunidades de recuperación o condenados a detención domiciliaria.
Un referéndum realizado el 18 de abril de 1993 suprimió la detención en los casos de posesión de pequeñas cantidades de droga para uso personal y, por lo tanto, tratándose de simples consumidores no caben las sanciones penales, sino sólo medidas administrativas.
Las cárceles "son grandes hoteles de los pobres, plenos de drogadictos" e inmigrantes que proceden de regiones ajenas a la Unión Europea, especialmente de Africa, advirtió el ministro de Justicia, Giovanni María Flick.
El proyecto del gobierno fue rechazado por Maurizio Gasparri, coordinador de la derechista Alianza Nacional. A su juicio, se trata de "un modo hipócrita de liberalización y legalización de las drogas".
La ministra Turco informó que el plan del gobierno se basa en tres líneas maestras: la prevención, asumir la responsabilidad respecto de todos aquellos que se drogan y la despenalización completa del consumo.
"Sería una decisión importante, aunque sigue sin solución el problema del mercado ilegal de las drogas", comentó Gloria Buffo, dirigente de un movimiento contrario a la prohibición de los estupefacientes.
La propuesta de despenalización del consumo de narcóticos y de aplicación a los toxicómanos de medidas alternativas a la cárcel está contemplada en el programa electoral de la gobernante coalición Olivo, de centroizquieda, cuya fuerza principal es el ex comunista Partido Democrático de Izquierda.
Eso significa que todo condenado hasta tres años de cárcel por delitos cometidos para obtener drogas podría solicitar el cumplimiento de la sentencia en tareas de servicio social. La decisión quedaría a criterio del juez.
El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ferdinando Galli Fonseca, advirtió el día 10, al inaugurar el año judicial, que las cárceles italianas están llenas de drogadictos.
Así mismo, la Corte Suprema de Justicia dictó hace pocos días una sentencia que podrían revolucionar la jurisprudencia sobre la droga. La Corte absolvió a dos personas a quienes la policía había hallado en posesión de 20 gramos de heroína.
"No se ha demostrado que (la droga) estuviera destinada a la venta y no al consumo personal" de los acusados, dictaminó la Corte Suprema.
Luigi Ciotti, un sacerdote que dirige un grupo de recuperación de drogadictos, se pronunció por la excarcelación de todos los toxicómanos detenidos por delitos menores relacionados con la droga.
"Me pregunto por qué se debe mantener en prisión a personas que han cometido delitos por estado de necesidad, y cuya situación no puede más que empeorar en la cárcel", dijo Ciotti.
El sacerdote exigió poner a disposición de los tóxicodependientes estructuras alternativas que favorezcan su rehabilitación.
Ciotti puntualizó que el mercado de la droga es "impresionante" y la condena a prisión debe mantenerse para los traficantes y para los culpables de otros delitos graves relacionados con los narcóticos.
"Pero, por favor, ayudemos al anillo más débil de la cadena", el simple toxicómano, agregó. (FIN/IPS/jp/ff/ip/97
