Perú endureció nuevamente su posición en la negociaciones arancelarias con la Comunidad Andina, en la perspectiva de un posible acuerdo unilateral con el Mercosur.
Ese nuevo giro en la política de Lima, que últimamente se había acercado a sus socios andinos, fue visible tras las entrevistas que el presidente Alberto Fujimori mantuvo este domingo en Londres con su par de Brasil Fernando Henrique Cardoso y con la canciller de Colombia Maria Emma Mejía.
La Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) está tocando las puertas del Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Chile como asociado, para lograr un acuerdo bloque a bloque, pero los "sureños" parecen preferir acuerdos bilaterales.
El Mercosur ya suscribió un acuerdo con Bolivia y, según señalan analistas peruanos, mantiene discretas conversaciones con Venezuela.
"Si el Grupo Andino no acepta nuestra posición, estamos dispuestos a conversar directamente con el Mercosur, en negociaciones bilaterales, producto por producto", dijo Fujimori.
La divergencia arancelaria entre Perú y los otros cuatro socios andinos es algo más que una discrepancia técnica.
Fujimori, quien adoptó en 1991 una línea económica de corte neoliberal, suprimió los subsidios y trata de impulsar el crecimiento de un sector exportable en base a presuntas ventajas comparativas nacionales aún no perfiladas.
Perú está a punto de ser excluido del Grupo Andino, al que pertenece desde que fue creado, en 1969, y tiene plazo hasta el 15 de marzo para definir si abandona su propuesta de un arancel plano (un solo nivel) o acata el arancel de cuatro niveles (cinco, 10, 15 y 20 por ciento), que rige en el bloque.
Las declaraciones de Fujimori aumentaron la confusión en los círculos empresariales peruanos, en su mayor parte no conformes con la estrategia oficial de desarrollo comercial y productivo.
Las organizaciones representativas de empresarios consideran que Perú debe priorizar su integración con los países de su entorno geográfico que constituyen su mercado natural, es decir con los andinos en primer lugar, luego con el Mercosur y finalmente con el resto del mundo.
Pero las autoridades económicas peruanas sostienen una estrategia de desarrollo comercial diferente, al creer posible perfilar un sector exportable internacionalmente competitivo si eliminan la protección arancelaria aplicando un arancel único.
Actualmente, Perú tiene dos niveles arancelarios. Uno, al que pertenece el 95 por ciento de las partidas, es de 15 po ciento, y el otro de 25, con un promedio de 16 por ciento.
Los objetores al esquema de desarrollo neoliberal, como Juan Pendavis, de la Asociación de Exportadores, señalan que ese esquema arancelario ha fracasado y es responsable del elevado déficit de la balanza comercial.
"No hemos avanzado, sino retrocedido. El esquema neoliberal ortodoxo es inconveniente porque nos convertirá en un país aislado, en momentos en que la economía mundial se globaliza por bloques", sostiene Pendavis.
Tanto Pendavis como Eduardo Farah, presidente de la Asociación de empresarios industriales, consideran que Perú debe acercarse a la posición arancelaria de la Comunidad Andina.
"Sería un error integrarnos con el Grupo Andino o el Mercosur, que protegen la importación de insumos y bienes de capital mediante aranceles bajos, si al mismo tiempo nosotros mantenemos aranceles más altos, que no distinguen entre bienes primarios y productos finales", aseguró Farah.
El proceso de integración andino ha avanzado hasta la creación de una zona de libre comercio, a la que no puede pertenecer Perú en tanto mantenga un arancel diferente al de los demás países de la subregión.
Algunos voceros del gobierno peruano aventuraron en enero la tesis de que Lima podría seguir siendo miembro del Grupo Andino sin pertenecer a la Zona de Libre Comercio.
Pero el presidente del Tribunal Andino de Justicia, Juan José Calle, expresó que para ser miembro de la alianza andina es condición indispensable participar en la zona de libre comercio con plenitud de derechos y obligaciones. (FIN/IPS/al/dg/if/97
