La visita del presidente Fernando Henrique Cardoso a Italia y una última misión encomendada al renunciante ministro de Justicia Nelson Jobim confirmaron que los campesinos sin tierra son la peor pesadilla del gobierno de Brasil.
Casi 70 profesores universitarios italianos criticaron la lentitud de la reforma agraria en Brasil, y la denuncia de las impunes matanzas de campesinos ensombrecieron la visita de cuatro dias a Roma que Cardoso finalizó el viernes.
Irritado, Cardoso calificó de "primitivos" a los miembros del Movimiento de campesinos sin Tierra (MST) y acusó los intelectuales italianos de faltar a la seriedad al firmar un manifiesto "sin saber nada" sobre el asunto.
El Papa Juan Pablo II alimentó el fuego al exigir al presidente brasileño, a quien recibió el viernes en el Vaticano, una efectiva reforma agraria y soluciones para los graves problemas sociales en Brasil.
Las tensiones en el campo se agravaron al comenzar este año. Para contenerlas, el ministro de Justicia, Jobim, iniciará el martes una gira por varios estados, con la intención de impulsar la llamada Operación Desarme entre terratenientes y campesinos.
Se trata de la última tarea ministerial de Jobim, que abandonará el Ministerio para incorporarse a la Corte Suprema de Justicia, y coincidirá con una gran movilización del MST.
Grupos de campesinos sin tierra partirán el lunes de cinco ciudades, en una "marcha nacional" que se prolongará dos meses, para finalizar el 17 de abril en Brasilia.
El programa comprende la realización de debates sobre la reforma agraria "en escuelas, iglesias y plazas de las ciudades por las que pasará la caravana", explicó Gilmar Mauro, uno de los coordinadores nacionales del MST.
El objetivo consiste en reunir unas 6.000 personas en la capital del país para exigir al gobierno que acelere el proceso de reforma agraria y ponga fin a "la violencia, las muertes y la impunidad" en el campo, dijo Mauro.
El MST alterna ese tipo de manifestaciones con la invasión de tierras públicas o improductivas que considera adecuadas para la reforma agraria.
Esas medidas han provocado la reacción de algunos terratenientes, y de las amenazas se ha pasado en ocasiones a la masacre, como la ocurrida en la norteña municipalidad de El Dorado de Carajá, donde en abril de 1996 fueron muertos 19 campesinos.
Los seguidores del MST ocupan también frecuentemente organismos gubernamentales relacionados con la reforma agraria o el crédito agrícola, para reclamar tierras o recursos. Ese tipo de acciones provocó el año pasado la ruptura del diálogo que el movimiento mantenía con el gobierno.
Organizado nacionalmente, el MST mantiene campamentos en predios ocupados o areas públicas, como carreteras, en los que e viven más de 40.000 familias bajo fuerte disciplina y generalmemte con escuelas para niños y cursos sobre política para los adultos.
El último incidente ocurrió el viernes, en un campamento de 2.500 familias que el 4 de este mes invadieron la hacienda Guabiju, en Joia, un municipio del extremo sur del país.
Ochenta campesinos intentaron ingresar en el campamento, en apoyo a la resistencia organizada contra la orden de desalojo librada por la justicia.
Unos 300 policías bloquearon la entrada, y en la lucha entablada resultaron heridos dos agentes de orden público. resultaron heridos soldados heridos. Los sin tierra usaron piedras y sus hoces y azadas contra la policía.
La tensión aumentará probablemente la semana próxima, cuando la policía ejecute la orden judicial de desalojo de predio. Esos episodios son cada dia más frecuente en varios estados, e incluso en Sao Paulo, el de mayor desarrollo económico.
Cardoso y el ministro de Política Agraria, Raul Jungman, acusan al MST de haberse desviado de su objetivo, la tierra, y de la legalidad, para convertirse en un movimiento político y atribuirse facultades del Estado.
El presidente señaló en Roma que en sus dos años de gobierno asentó a más de 100.000 familias campesinas, con un promedio anual cuatro veces superior al de las gestiones anteriores, y que se propone entregar tierras a otros 180.000 grupos familiares en este y el próximo año.
También destacó proyectos aprobados en 1996 por el Congreso legislativo para impulsar la reforma agraria, como el aumento del tributo sobre propiedades improductivas.
Mauro admitió que la lucha del MST tiene aristas políticas, pues la reforma agraria que persigue "sobrepasa el interés del campo" y la simple conquista de tierras. El campesino sin tierra debe convertirse en "ciudadano", y "participar en la vida política y social del país", señaló.
El economista Celso Furtado, ex ministro de Planificación y de Cultura, considera el MST el "más importante movimiento social brasileño de este siglo".
Según Furtado, el MST es la única respuesta importante al desempleo masivo, tiene base popular y cuenta con el apoyo de la opinión pública.
El movimiento por la reforma agraria amplió su base de apoyo al convertirse en tema central de la telenovela de la red Globo "El rey del ganado", que acaparó la audiencia nacional hasta este sábado.
Como se vió en Italia, cuenta también con respaldo internacional. (FIN/IPS/mo/ff/pr/97
