Numerosos empresarios argentinos abrieron oficinas en el sudeste de Asia, se hicieron adeptos a la cocina oriental y viajan a menudo a esa región por negocios o turismo. En cambio, no llegan inversiones asiáticas a este país, sediento de capitales extranjeros.
Con el propósito de aumentar la presencia argentina en el sudeste asiático y atraer capitales, el presidente Carlos Menem comenzará este lunes una gira por Vietnam, Tailandia y Singapur.
Lo acompañarán más de 50 grandes empresarios de los sectores de alimentos, construcción, bancos, telecomunicaciones, petróleo y siderurgia.
Para Menem, que gobierna Argentina desde 1989, se trata de la tercera gira por Asia oriental, un confín al que hasta hace poco tiempo no llegaban los presidentes sudamericanos. Menem ya ha visitado Corea del Sur, Filipinas, China, Malasia e Indonesia.
Argentina duplicó en los últimos cuatro años sus exportaciones al sudeste asiático. El acuerdo de asociación comercial firmado en 1996 por el Mercado Común del Sur (Mercosur) con Chile acerca el bloque conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay al Pacífico, y la distancia a Asia parece reducirse.
Vietnam, Tailandia y Singapur, los tres países que visitará el mandatario argentino, presentan distintas condiciones y necesidades, pero tienen en común un crecimiento económico promedio de ocho por ciento al año y una fuerte concentración de inversiones.
Si bien los argentinos muestran cada vez mayor interés por hacer negocios en Asia, las inversiones de los empresarios orientales fuera de su región son escasas, si se excluye a los japoneses.
Su dominio está concentrado en el comercio, que pretenden incrementar en dirección a todas las regiones del mundo.
Tailandia reúne los principales requerimientos en materia de infraestructura. Mientras, el gobierno de Vietnam resolvió en 1995 instalar una embajada en Buenos Aires como un futuro centro para América Latina. También mantiene representaciones diplomáticas en México y Cuba.
Los únicos inversionistas latinoamericanos presentes en Vietnam, que desde hace cinco años transita de la planificación central a la economía de mercado, proceden de Argentina, Cuba y Panamá.
Empresas argentinas comenzaron en 1993 a abrir oficinas en Vietnam, a participar en la licitación de obras de infraestructura, y a negociar asociaciones para la producción de pinturas y para fraccionar vinos argentinos, entre otros emprendiemientos.
Ese país necesita alimentos y obras de infraestructura, dos áreas, en particular la primera, en que Argentina se considera competitiva.
Vietnam también está interesado en contar con Argentina como fuente permanente de abastecimiento de fibra de algodón para su industria textil.
Así mismo, Argentina observa la demanda de petróleo, de servicios financieros, aviones comerciales y en materia de telecomunicaciones que presenta Singapur, un país de alto producto interno bruto por habitante.
Pero tampoco en ese caso caso hay contrapartida de inversiones. Singapur tiene concentradas 30 por ciento de sus inversiones externas en Asia.
Compañías argentinas ya operan en Singapur en los rubros de alimentos y siderurgia. La argentina Siderca, fabricante de tubos de acero para la industria del petróleo, mantiene allí una oficina comercial para exportar sus productos al sudeste asiático.
Tambiñén está establecida en Singapur la firma Nidera, que participa del mercado regional de cereales y oleaginosas, y Marítima Seamar se especializa en el trasporte marítimo entre Asia y Sudamérica.
Otras compañías están a la búsqueda de socios comerciales para hacer negocios, o para utilizar a Singapur de base para la distribución de mercaderías en Asia. Ese es el caso de Arcor y de Molinos Río de la Plata, dos empresas de capitales argentinos.
También el frigorífico Cabaña Las Lilas gestiona una asociación comercial con empresas de Singapur para abrir este año en el sudeste de Asia restaurantes de carne argentina, de manera de tentar el interés por este país a través del paladar.
El principal objetivo de los empresarios argentinos que viajarán a Singapur radica en las relaciones de negocios que ese país mantiene con grupos comerciales originarios de China, el mercado más codiciado por los productores en gran escala. (FIN/IPS/mv/ff/if/97
