El duro conflicto entre el gobierno de Trinidad y Tobago y la asociación que representa a los 13.000 profesores de primer y segundo ciclo, basado en una reclamación salarial, involucró en las últimas jornadas a la libertad de prensa.
Junto con el cricket y el carnaval, la libertad de prensa ocupa ahora el centro del debate público y del enfrentamiento entre el gobierno y sus profesores.
La junta directiva de la empresa estatal International Communications Network (ICN) -que explota una emisora de televisión y tres estaciones de radio- dio orden a su departamento de noticias de no emitir las declaraciones del presidente del sindicato de profesores, Anthony García.
García preside la Asociación Unificada de Profesores de Trinidad y Tobago (TTUTA).
Para prohibir a García en los informativos, la junta adujo haber recibido quejas del "accionista" de ICN -supuestamente el gobierno- por la información sesgada que los periodistas de la entidad habían dado sobre el conflicto de los profesores.
Fuentes de la ICN confiaron que hay sospechas de una conexión gubernamental en este asunto, pero nadie se animó a señalar a ningún ministro o funcionario.
Un miembro de la junta, Ken Ali -quien además es editor de un periódico-, criticó la medida y dijo que no había tomado parte en la consideración del tema.
El presidente de la Asociación de la Prensa de Trinidad y Tobago, Sunity Maharaj, declaró que la junta debe haberse equivocado sobre quiénes son los verdaderos "accionistas" de la compañía.
"Los verdaderos colores del gobierno se han tornado tan visibles como a través de un cristal para nosotros y para toda la comunidad", dijo el líder de la oposición, Patrick Manning.
"Amenaza a la fibra que entreteje la democracia de este país", fue la forma en que calificó la medida Clyde Weatherhead, presidente de la Asociación de Servicios Públicos.
Las protestas por amordazar a la prensa, sin embargo, no son una novedad en el gobierno que encabeza el primer ministro Basdeo Panday.
Sólo dos meses después de inaugurar su administración, Panday mantuvo una reyerta con uno de los más antiguos periódicos del país -The Guardian, que tiene 80 años de vida- por entender que el diario daba información desleal.
En esa oportunidad el primer ministro prohibió a los miembros del gabinete hacer declaraciones a The Guardian y exhortó a los empleados del diario que pidieran el despido del editor jefe, Jones P. Madeira, al que calificó de "racista vicioso".
También el carnaval, especialmente el festival anual de carnaval juvenil, en el que participan y compiten las escuelas y otros grupos de jóvenes con elaborados trajes, está mezclado en el conflicto de los educadores con el gobierno.
La ausencia de los profesores de las aulas la semana pasada, y el actual trabajo "a reglamento", impide que los estudiantes se preparen para el acontecimiento, según confiaron a IPS fuentes estudiantiles.
Lo más probable es que la protesta de los profesores redunde en una reducción del número de bandas, pero que las que en efecto participen serán más numerosas, pues los niños se incorporarán a las bandas de grupos privados.
También se sentirán decepcionados los aficionados al cricket al saber que el torneo llamado Liga de Cricket de Escuelas Secundarias ha sido suspendido a causa del conflicto de los profesores.
La temporada de cricket juvenil debía haber comenzado el viernes pasado, pero fue postergada por tiempo indefinido hasta que pueda conocerse una resolución del conflicto, que ahora está en manos del Tribunal Industrial.
La TTUTA decidió el trabajo a reglamento por tiempo indeterminado, lo cual significa que los estudiantes no podrán contar con la participación de los profesores en un amplio espectro de actividades.
La ausencia de las aulas interrumpió el funcionamiento del sistema educativo la semana pasada e inspiró preocupación sobre la preparación de los alumnos para el Examen de Ingreso que será tomado en todo el país el 20 de marzo. (FIN/IPS/tra-en/wg/cb/arl/ed/97
