La informatización de las importaciones, prevista en Brasil para agilizar el comercio exterior, ha provocado gasta ahora únicamente confusión, amenaza a la producción de algunas empresas y un nuevo bloqueo a los camiones en las fronteras del Mercosur.
Según se informó este viernes, entre Foz de Iguazú (Brasil) y la paraguaya Ciudad del Este se había formado una cola de cerca de 800 camiones provocada por la lentitud del Sistema Integrado de Comercio Exterior (Siscomex), que informatizó el registro de importaciones desde el día 1.
En la aduana fronteriza entre la argentina Paso de los Libres y la brasileña Uruguayana otros centenares de camiones enfrentaban el mismo drama, agravado por la escasez de agua en medio de un intenso calor y multas por estacionamiento irregular.
El problema se ha repetido con frecuencia en esas fronteras congestionadas por el gran aumento del intercambio entre los países del Mercosur, que triplicó en cinco años, a causa de la persistente burocracia aduanera y sorpresivas exigencias sanitarias de uno u otro país.
Los camioneros se quejan también de que el estacionamiento hace que los cargamentos sean vulnerables a robos. En ciertos casos existe un riesgo de pérdida, ya que los vehículos transportan productos perecederos, como frutas, hortalizas, carnes, pescado y otros alimentos.
En Uruguayana la aduana sólo ha logrado autorizar el cruce de un tercio de los camiones que transportan bienes desde Argentina, según la Asociación de Empresas Transportistas de Cargas.
Las pérdidas por el retraso en la entrega son variadas y elevadas, ya que los camiones dejan de hacer nuevos transportes y la permanencia forzada en la frontera genera costos, de alojamiento, alimentación y estacionamiento.
La implantación del Siscomex para las importaciones repite lo ocurrido con las exportaciones, informatizadas hace cuatro años.
Las dificultades son generalizadas y afectan a aeropuertos, puertos y otras vías de ingreso de las mercaderías.
El problema es una que los disquetes distribuídos a las aduanas no son adecuados al sistema operado por el Servicio de Procesamiento de Datos fiscales, indicó el Sindicato de Despachantes Aduaneros de Sao Paulo.
El sindicato pidió ante la justicia el retorno al sistema anterior de registros de importaciones, en guías de papel, pero no obtuvo éxito.
Empresas como la Kodak señalan que su actividad está amenazada por el retraso en la importación de materias primas.
La planta de Kodak en Sao José dos Campos, a cien kilómetros de Sao Paulo, paralizó la producción de material fotográfico por falta de insumos químicos bloqueados en la aduana.
El secretario ejecutivo del Ministerio de Hacienda, Pedro Parente, rechazó acusaciones de que el gobierno estaría provocando deliberadamente el problema, como forma de limitar las importaciones en este mes para evitar un nuevo déficit comercial.
En 1996, Brasil registró un saldo negativo en su balanza comercial de 5.000 millones de dólares.
Las exportaciones totales alcanzaron 47.746 millones de dólares, mientras la cifra de importaciones se conocería la próxima semana, al no estar aún informatizadas. (FIN/IPS/mo/dg/if/97