El Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil amplió hoy su ofensiva en todo el país, extendiendo sus acciones a las carreteras, además de mantener las ocupaciones de sedes gubernamentales.
Dos mil familias campesinas acamparon en la orilla de una carretera cerca de la frontera sur del país, en Santa Cruz de Misiones, para reclamar mayor urgencia del gobierno en la reforma agraria. Los líderes prometen concentrar 3.000 familias en el local.
En el noreste de este país, manifestantes del mismo movimiento bloquearon otra carretera, provocando una cola de varios kilómetros de vehículos, reclamando tierras.
Mientras, la justicia ordenó la desocupación de la sede del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria en Sao Paulo, invadida por más de tres centenares de militantes del MST el martes.
En ese caso los campesinos de Pontal de Paranapanema, área de tensos conflictos por la tierra a 600 kilómetros de Sao Paulo, reclaman financiaciones ya aprobadas por el gobierno en favor de cooperativas de campesinos asentados, para adquisición de una fábrica de harina y máquinas agrícolas.
Los líderes de la manifestación, José Rainha Junior y Gilmar Mauro, coordinadores del MST, decidieron acatar la decisión judicial, anunciando que harán una marcha por el centro de la ciudad.
También la sede del Instituto en Cuiabá, capital del Estado de Mato Grosso, en el oeste de Brasil, fue ocupada por 150 campesinos desde el miércoles, para reclamar asentamiento de miles de familias que esperan la reforma agraria en la región.
En la mañana de este jueves centenares de campesinos del MST realizaron la décima invasión de predios rurales este año en el interior de Sao Paulo. El blanco fué la Hacienda Sao Luiz, en Presidente Prudente, importante centro ganadero a 550 kilómetros de Sao Paulo.
La ofensiva del movimiento preocupa al gobierno, porque cinco campesinos fueron muertos hace dos semanas, supuestamente por pistoleros contratados por hacendados que reaccionaron a la ocupación de sus propiedades por los sin tierra.
Las autoridades esperan la aprobación en las próximas semanas de un proyecto de ley en el Congreso que establece penas para los portadores no autorizados de armas. Anunciaron para entonces una acción de desarme de campesinos y terratenientes en las áreas de tensión, con apoyo de las fuerzas armadas. (FIN/IPS/mo/jc/pr/97
