El nombramiento de un enviado especial de Kenia para la región de los Grandes Lagos eleva a seis el número de emisarios internacionales comisionados para resolver el grave conflicto que se extiende por ese territorio africano.
El diplomático Alí Makwere, hasta ahora embajador de Kenia en Zimbabwe, se sumará a otros gestores de buenos oficios nombrados por Estados Unidos, Bélgica, Sudáfrica, la Unión Europea (UE) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)/Organización de la Unidad Africana (OUA), para tratar de pacificar la región.
La selección de Makwere por Kenia coincidió el miércoles con la designación del diplomático argelino Mohamed Sahnoun, quien fue nombrado en Nueva York como enviado común de la ONU y la OUA.
Entre los otros enviados especiales se cuentan Aldo Ayelo de la UE, W.A.W. Nhlabo de Sudáfrica, Yves Haesendonck de Bélgica y Richard Bogosian de Estados Unidos.
La región de los Grandes Lagos, de la que forman parte Ruanda, Burundi, Zaire, Uganda y Tanzania, vive en situación de violencia étnica desde que el fenómeno estalló por primera vez en Ruanda en 1990, llegando al genocidio de cerca de un millón de personas en ese país en 1994.
Burundi, pequeño país de Africa central vecino de Ruanda, se encuentra ahora al borde de una nueva explosión, después de haber registrado alrededor de 150.000 muertos en actos de violencia étnica desde 1993.
Una nueva crisis del mismo origen étnico estalló en los últimos meses en el este de Zaire, donde se desató una guerra entre el ejército gubernamental y un grupo de rebeldes de la zona oriental del país, la cual amenaza con desestabilizar a sus vecinos de Africa central y oriental.
Al informar sobre la misión del representante especial, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que Sahnoun -ex responsable político de la Organización en Somalia- promoverá la paz en el este de Zaire y en Burundi, y preparará una conferencia internacional sobre la región de los Grandes Lagos.
Sahnoun, cuyo talante independiente le ganó amigos entre los somalíes y la prensa internacional, establecerá una oficina en Nairobi y designará vice-representantes para Ruanda, Burundi, Uganda, Tanzania y Zaire.
Kenia -donde viven 130.000 refugiados de sus turbulentos vecinos- no oculta el temor de que el conflicto abarque a toda el área. El país fue anfitrión de dos conferencias de jefes de Estado en noviembre y diciembre, que no lograron acuerdos suficientes para terminar con la violencia.
Se espera que a partir de su nombramiento, y desde su base en Nairobi, Makwere logre recomponer la situación recogiendo las piezas sueltas del destrozo. El diplomático viajará por la región y aconsejará al gobierno del presidente Daniel Arap Moi sobre la línea a seguir en las cuestiones que afectan a los Grandes Lagos.
La decisión de nombrar a Makwere fue bien recibida incluso por algunos grupos de exiliados políticos de la región que viven en Kenia.
"Es bueno que Kenia se interese más por los problemas de los Grandes Lagos", comentó Seth Sendashonga, miembro de las Fuerzas de Resistencia por la Democracia, grupo opositor ruandés.
"El nombramiento del señor Makwere es el primer paso para tener información sobre la región", comentó Sendashonga a IPS este viernes. "Kenia podrá entonces emprender acciones adecuadas a un análisis completo de la situación real".
"Por cierto, el nombramiento de los seis emisarios denota que el mundo se está interesando por los Grandes Lagos", añadió Sendashonga. "Espero que coordinen sus trabajos en bien de la región".
Ben Parker, de la Red de Información Regional Integrada (IRIN), del Departamento de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, dijo esperar que se produzca una gran corriente de actividad diplomática en la región en las próximas semanas.
"Los enviados pueden desempeñar diferentes papeles en las distintas capitales y pueden ejercer presión sobre los actores del conflicto en la región", declaró a IPS este viernes.
La IRIN controla las actividades políticas y militares que tienen lugar en la región de los Grandes Lagos. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/arl/ip/97
