Un nuevo intento de los cuerpos turcos de seguridad para reclutar por la fuerza como guardias urbanos a jóvenes del distrito kurdo de Lice, en el sudeste de Turquía, ha empeorado la situación política en la región, según pudo saberse en Estambul.
"Lice se ha convertido ahora en un campo de concentración", dijo Mahmut Sakar, de la rama provincial de Diyarbakir de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), en cuya provincia se encuentra Lice.
Sakar agregó que los miembros de la IHD no pudieron entrar a la ciudad para comprobar denuncias de que sus habitantes son objeto de presión para que se conviertan en guardias urbanos.
Lice tiene aproximadamente 2.000 habitantes. El dirigente de la IHD, Osmán Baydemir, dijo a IPS que 110 personas están retenidas dentro de la comisaría policial bajo presión para que se incorporen al cuerpo de guardias urbanos.
Los efectivos de seguridad impiden la salida y la entrada a Lice, donde la operación de reclutamiento empezó a principios de diciembre. "La única fuente de información es el teléfono, que incluso a veces es cortado por las autoridades", dijo Sakar.
El defensor de los derechos humanos denunció también que las casas han sido requisadas y sus ocupantes amenazados.
La IHD afirma que el comando de la gendarmería regional para Diyarbakir, y altos oficiales militares, ordenaron a principios de este mes a los jefes tribales de 67 aldeas, que presentaran una lista de 10 nuevos conscriptos en calidad de guardias urbanos.
Los jefes respondieron que no podrían reclutar guardias urbanos a menos que los aldeanos se presentaran voluntariamente. Una semana después, los gendarmes detuvieron a todos los hombres entre 15 y 70 años de edad.
El episodio de Lice coincide con una preocupación oficial por la supuesta degeneración del sistema de guardias urbanos, que se habría convertido en una fuerza irregular debido a rivalidades tribales locales.
Un informe de la Organización Turca de Inteligencia recomendó la abolición del cuerpo, ya que los guardias se encuentran ampliamente implicados en el crimen organizado y el sistema ha reforzado las relaciones feudales en el sudeste.
El sistema de guardias urbanos dirigido por el Estado se remonta a mediados de la década pasada. Fue inaugurado cuando la guerrilla insurgente del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) amplió el alcance de sus acciones militares.
Las amayoría de los 2.000 asesinatos misteriosos cometidos en la región aparecen ligados a los guardias urbanos. (FIN/IPS/tra-en/nm/fn/arl/ip/96
