Un inmueble en donde funcionaba una falsa ONG, colindante con la residencia del embajador de Japón en Perú, fue utilizado por el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru el martes 17 para tomar la embajada y capturar 400 rehenes, cuya libertad quiere canjear por la de sus compañeros presos.
La policia autorizó el acceso a dicho inmueble el jueves de las cámaras de un canal local de TV, que registraron el boquete abierto con explosivos en la pared medianera, por donde ingresaron entre 15 y 25 insurgentes.
El testimonio corrige parcialmente la versión inicial sobre el presunto ingreso del comando guerrrillero disfrazado entre los mozos de servicio que atendieron en la recepción diplomática que fue interrumpida por el asalto.
Fuentes policiales consideran que algunos de los asaltantes ingresaron primero confundidos entre los mozos y fueron quienes hicieron disparos en otro punto de la amplia residencia, para distraer la atención de los custodios, y cuatro de ellos permanecen detenidos en calidad de sospechosos.
El local de la falsa ONG fue alquilado meses atrás por una pareja joven, con dos niños y aspecto más o menos similar al de los vecinos de ese barrio de clase media alta, quienes informaron que además de residir allí lo utilizarían para una oficina de estudios sociales.
Aunque se encontraron algunos catres, vajilla y prendas que sugieren que fue punto de alojamiento de más de una decena de personas, la policía considera que el grueso de los efectivos insurgentes llegó en las horas previas en una ambulancia robada meses atrás y que todavía permanece al lado de la embajada.
Según versiones atribuidas a la policía, algunas de las prendas de vestir supuestamente abandonadas por los insurgentes para ponerse los uniformes oscuros que utilizan tienen etiquetas colombianas. (FIN/IPS/al/jc/ip/96
