El magnate naviero Tung Chin-Hwa, electo hoy gobernador de Hong Kong cuando el enclave pase del dominio de Gran Bretaña al de China, afronta la delicada tarea de conciliar la autonomía del territorio con la lealtad a Beijing.
Tung, quien oficialmente asumirá el cargo a la hora cero del 1 de julio, se aseguró 321 de los 400 votos del comité especial de selección que preside del ministro de Relaciones Exteriores de China, Qian Qichen.
Los restantes dos candidatos, el ex jefe de Justicia de Hong Kong Yang Ti-Liang y el empresario Peter Wo, recibieron 42 y 36 votos respectivamente.
La elección de Tung generó una inmediata pero diminuta protesta de 30 activistas prodemocráticos que acusan a Tung de estar al servicio de Beijing, pues las autoridades de China le salvaron de la bancarrota financiera hace dos decenios.
La legisladora independiente Emily Lau, quien fue arrestada este miércoles durante la manifestación, afirmó que el tamaño de la protesta "no se debe considerar una señal de la aceptación popular" del futuro gobernador, pues "la mayoría de la gente está resignada" a la decisión del comité.
"Como Tung fue seleccionado a mano por China, tenemos todas las razones para sospechar que si se produce un conflicto de intereses con Beijing no se mantendrá de nuestro lado", dijo Lau.
"Tung no ha dado ninguna señal de lo contrario", agregó la legisladora en una entrevista telefónica que concedió desde la estación de policía, mientras aún no se conocían las acusaciones en su contra.
La población de Hong Kong percibió que la elección fue una pura formalidad con el único objetivo de dar la imagen de un acto democrático. Una encuesta de la Universidad Baptista reveló esta semana que 70 por ciento de los habitantes del enclave creían que China tenía un candidato preferido.
Tung ya era considerado el futuro gobernador de Hong Kong desde enero, cuando el presidente de China, Jiang Zemin, se acercó y lo saludó efusivamente durante una reunión en Beijing a la que asistió la élite política y empresarial del territorio.
"El Partido Comunista de China, siendo lo que es, no reclamará al gobernador otra cosa que absoluta lealtad. Tung los convenció, obviamente, que cumplirá con sus expectativas", sostuvo Lau.
Por su parte, Michael Yahuda, profesor de la Escuela de Economía de Londres, estimó que "los integrantes del comité de selección estaban muy pendientes de las preocupaciones de China y no quisieron elegir a alguien que no contara con el aval de Beijing".
Nacido en Shanghai en 1937, el padre de Tung estableció la compañía naviera Orient Overseas en Hong Kong y China en la década del 40. Después del triunfo comunista en el continente, la rama china de la empresa se trasladó a Taiwan.
Orient Overseas estuvo al borde de la bancarrota en la década del 70 y una compañía con respaldo de capitales chinos le tendió una mano.
Tung nunca ocultó que estaba en deuda con las autoridades en Beijing por la ayuda que le prestaron, pero siempre sostuvo que eso no tuvo relación con su candidatura.
El magnate aseguró que la participación de China en su empresa es ahora de menos de tres por ciento. Sin embargo, siguió las sugerencias de Beijing en muchas ocasiones.
Tung ha dicho que el Partido Demócrata de Hong Kong deberá cambiar su línea si aspira a mantenerse en el tablero político después del 30 de junio de 1997. "Hasta ahora han cuestionado todo lo que venga de China", sostuvo Tung.
El vicepresidente del Partido Demócrata, Szeto Wah, consideró que las declaraciones de Tung han sido aun más radicales que las de Qian Qichen, quien se había limitado a sostener que ese sector político tiene "diferentes puntos de vista sobre el ritmo de la democracia en Hong Kong".
La opinión más favorable sobre Tung entre los demócratas pertenece a Anthony Cheung, para quien el magnate naviero pudo haber mantenido transitoriamente un fuerte discurso a favor de China para ganarse el favor del comité de selección.
El dirigente pronosticó que el futuro gobernador no mantendrá estas posturas cuando asuma.
Pero Szeto consideró que Tung está "más preocupado por las necesidades de China que por las de Hong Kong, y aborda los problemas locales desde el punto de vista de Beijing".
Para Lau, algunos se convencieron de que "Tung es un buen tipo que no hará más difícil la vida" en el enclave. "Se desepcionarán cuando, dentro de poco, comience a cumplir las órdenes del gobierno de China", añadió.
La legisladora recordó que Tung se declaró a favor de legalizar el Partido Comunista en Hong Kong.
Tung fue educado en Gran Bretaña, vivió 10 años en Estados Unidos e integró el consejo ejecutivo del gobernador de Hong Kong saliente, el británico designado por Londres Chris Patten.
Se estima que el futuro gobernador es una figura aceptable tanto los empresarios del enclave y como para Gran Bretaña, con cuyas autoridades deberá cooperar en las vísperas de la medianoche del 30 de junio de 1997.
Su cuñado, un general taiwanés, es un influente miembro de la comisión que define en Taipei las relaciones con China. Por eso, se especula que Beijing avaló su candidatura para facilitar un proceso de reunificación pacífica con su "provincia renegada".
La oposición a Tung procedió de dos ámbitos. En primer lugar, los magnates que compiten con uno de los apoyos del futuro gobernador, el empresario inmobiliario Li Ka-Shing, el hombre más ridaron al candidato Peter Woo.
En segundo término se alinearon los activistas de la izquierda tradicional del enclave, miembros de los sindicatos y el partido prochinos, quienes se declaran ideológicamente opuestos a que un capitalista de la talla de Tung asuma el gobierno. (FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/ip/96