El Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) y la Unión Europea (UE) buscarán conjuntamente la forma de transportar gas natural de esta región a los mercados europeos.
Los seis países que forman el GCC, deseosos de aprovechar la demanda mundial de combustibles más limpios, concluyen en estos momentos ambiciosos planes que les permitirán vender sus reservas de gas natural, no sólo a Europa sino también a algunos países asiáticos.
Sólo Emiratos Arabes Unidos, que junto con Arabia Saudita, Qatar, Omán, Kuwait y Bahrain forma el GCC, comenzó este año a suministrar gas natural líquido a la UE.
Ya han comenzado las conversaciones GCC-UE para estudiar las alternativas técnicas que facilitarán la ejecución de aquellos planes, y sus conclusiones serán presentadas a un equipo conjunto de energía que deberá reunirse en el primer semestre de 1997.
Anwar Abdullah, director del Departamento de Petróleo y Gas de la Secretaría del GCC, que tiene sede en Riyad, informó que la UE, principal socio ecónómico de la región, intenta diversificar sus fuentes de abastecimiento de gas.
El alto funcionario dijo que José Sierra, director del departamento de la UE que estudia la producción y los mercados de combustibles fósiles, señaló en una reciente visita a la región que estos países pueden ser una importante fuente de suministro de gas para Europa.
De hecho, varios de los Estados miembros del GCC ya han firmado contratos de suministro de gas a otras regiones, hasta el año 2010.
Hasta el momento, sin embargo, estos países no han exportado gas natural al mercado europeo, que se abastece primordialmente en Rusia y Argelia.
La región del Golfo es dueña de cerca de 15 por ciento del total de las reservas mundiales de gas natural, una riqueza que podría durar 200 años.
Un tercio de esa reserva se encuentra en Qatar, que espera convertirse en el principal vendedor de gas a Europa.
En el momento actual está en explotación sólo 0,5 por ciento de las reservas de gas de la región, y de la cantidad extraída, apenas 4 por ciento es exportado, mientras que el resto es vendido en el mercado interno.
Al contrario que en la producción de petróleo, la explotación del gas natural requiere unos niveles de inversión que obligan a los productores a estar bien seguros, antes de lanzarse a algún proyecto, de que cuentan con una demanda a largo plazo. (FIN/IPS/tra-en/am/an/arl/en/96