La Galería Nacional de Arte de Bulgaria, fundada en marzo de 1949, nunca ha recibido la atención que como tal requiere, pese a que un decreto de 1994 le confirió la categoría de institución nacional.
A pesar del pésimo estado en que se encuentra el edificio histórico en el que está instalada -el antiguo Palacio Real-, este mes fue inaugurada en la Galería Nacional una notable exposición titulada "Sofía-Europa".
Enmarcada en la programación de la muestra llamada Trienal Internacional de Pintura de Sofía – 1996, en la exposición se han colgado 100 obras maestras de los más grandes pintores búlgaros de la primera mitad del siglo XX.
En ella se exhiben obras de artistas como George Papazoff, Ivan Milev, Dechko Ouzounov, Nenko Balkanski, Ivan Nenov y Sirak Skitnik. La mayor parte de los cuadros pertenecen a la Galería, pero un buen número de ellos fueron cedidos por otras galerías.
De colecciones privadas, el público pudo apreciar, por primera vez en 70 años, "Campesina con un jarrón" de Vassil Stoilov, "Retrato" de Ivan Milev (de la escritora Anna Kamenova) y varios cuadros del período francés de Ppazoff.
Hace algún tiempo, un guardia de seguridad de la Galería Nacional encontró dos borrachos alojados entre los miles de piezas de arte valiosas que se guardan en el museo, sin poder aclarar de qué forma se habían deslizado en sus depósitos.
El episodio no es más que una muestra de los peligros a que están expuestas las obras que la Galería conserva, donde no existe un adecuado sistema de aire acondicionado y el aire húmedo también puede hacer su dañino trabajo.
Sólo unas reparaciones menores han sido hechas en los últimos 50 años, y hace dos años fueron denunciados desperfectos en el sistema de cañerías, descubriéndose que el piso del depósito se encontraba cubierto de agua.
Ubicada en la antigua residencia de la familia real búlgara, la Galería contiene más de 20.000 obras de arte.
Un pedido de auxilio de la institución ha logrado atraer la atención del exterior. Su restauración está en la agenda del Consejo de Europa desde 1994.
En marzo de 1996, la Unión Europea (UE) extendió un cheque por 20.000 dólares para salvar el edificio, según informó Nadezhda Taneva, curadora jefa del museo de etnografía que está alojado en el mismo palacio.
Las obras más urgentes de reparación serán realizadas en el jardín de invierno, la capilla y los muros en donde las filtraciones de agua son más graves.
El dinero, sin embargo, todavía no puede ser aplicado a las obras porque, pese a encontrarse disponible en una cuenta bancaria, la contraparte búlgara no ha podido hallar financiación para aportar cuatro veces esa cantidad, como lo exige la UE.
Taneva recordó que ese dinero será inutilizable si pasa el final de este año sin concretarse el aporte búlgaro.
Christo Kovachevsky, experto de arte, afirmó que el sistema de seguridad de la Galería no es confiable.
Según el crítico de arte Maksimilian Kirov, la situación es peor en los depósitos donde se guarda pintura, escultura y dibujo. Entre las valiosas obras del arte occidental y oriental que allí se conservan, figuran dibujos de Picasso y diversos ejemplares del arte italiano renacentista.
No obstante, las piezas artísticas no búlgaras están guardadas en depósitos y no incluidas en la exhibición normal, debido a la vieja directiva de "popularizar el arte nacional búlgaro", lo cual no ha sido enmendado después de la caída del comunismo.
Hace pocos años se habló de un plan para trasladar los depósitos de la Galería al edificio que había sido usado como mausoleo del lider comunista Georgi Dimitrov. El mausoleo está equipado con sistemas de control de temperatura y humedad de la más avanzada tecnología. (FIN/IPS-CEE/tra-en/pt/arl/cr/96
