Brasil volvió a exportar este año grandes volúmenes de café, pero a precios muy inferiores a los de 1995, registrándose una caída de 19,7 por ciento.
El promedio de este año, considerado el período de enero a octubre, cayó 19,7 por ciento en relación a igual período de 1995.
Las exportaciones de octubre -1.892.737 sacos de 60 kilogramos de café en grano- alcanzaron el mayor volumen desde septiembre de 1993, superando al mes anterior en 64,6 por ciento, según datos de la Federacion Brasileña de Exportadores de Café (Febec).
Brasil, el mayor productor y exportador de café del mundo, recupera así sus ventas habituales, trás un primer semestre de débil desempeño. El promedio mensual, de enero a junio, se limitó a 625.000 sacos.
La escasez de café en los países importadores del Norte, cuyas existencias sufrieron fuerte reducción y la comercialización de la cosecha brasileña concluida a mediados del año fueron los factores de esa recuperación, explicó Oswaldo Aranha Neto, presidente de la Febec.
Además, el resultado de octubre fue impulsado por la exención del impuesto comercial interno, un estímulo concedido por el gobierno a las exportaciones de productos básicos y semielaborados a partir del mes pasado.
Como la medida se anunció antes, muchos exportadores esperaron octubre para concretar sus negocios.
La vigencia de esos factores hace prever la mantención de buenas exportaciones en los últimos meses del año, previó Aranha Neto.
Los precios registraron una pequeña recuperación. El saco de café brasileño obtuvo un promedio de 124,13 dólares en octubre, contra 122,73 en septiembre y 133,78 en agosto.
Pero el promedio en los diez primeros meses de este año -134,07 dólares- estuvo muy por debajo de los 166,99 dólares en igual período de 1995.
Brasil acumuló exportaciones de 9.543.921 sacos este año, obteniendo ingresos de 1,28 millones de dólares. De enero a octubre del año pasado exportó 10.354.481 sacos por 1,73 millones de dólares.
Con una cosecha de unos 25 millones de sacos este año y un consumo interno de 11 millones de sacos, Brasil aún se recupera de los efectos de las fuertes heladas de 1994, agravadas por una sequía en regiones productoras. (FIN/IPS/mo/ag/if/96
