Un contingente de 60 militares argentinos se sumarán a una fuerza multinacional autorizada por la ONU en Zaire, que pretende evitar un genocidio en ese país africano.
El virus de Ebola primero y la guerra después, acortaron distancias entre los dos países y "probaron que la globalización no es un camino de una sola vía hacia el futuro" sino una avenida de dos manos que también puede conducir a las peores pesadillas, señaló este sábado el analista Oscar Cardoso.
Mientras en Roma, donde asiste a la Cumbre Mundial de Alimentación, el vicepresidente argentino Carlos Ruckauf, acusó al gobierno zaireño de "empujar a los refugiados hutus a un genocidio", en Buenos Aires, el Ministerio de Defensa anunció que sumará a soldados a una misión humanitaria en Zaire.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) autorizó en la noche de este viernes la intervención de una misión humanitaria en Zaire para prevenir una catástrofe, dando alimentos a los refugiados antes de que vuelvan a sus países, un movimiento humano que ya comenzó esta semana.
Los soldados argentinos, que viajarán dentro de 10 o 15 días y permanecerán en Zaire cuatro meses, se sumarán a un contingente de la ONU integrado por entre 10.000 y 12.000 efectivos de diversos países, comandados por oficiales canadienses.
"Serán cascos azules para intervenir en una misión de paz", aclaró el ministro de Defensa de Argentina, Jorge Domínguez.
La misión tiene como objetivos crear las condiciones para que vuelvan a trabajar las organizaciones humanitarias, ayudar a repatriar a los refugiados de Ruanda y asegurar la distribución de ayuda alimenticia.
El costo de las operaciones debe ser solventado por cada país. En este caso, el traslado del contingente argentino costará cerca de dos millones de dólares.
Hasta el momento, sólo se conocía la existencia de un médico argentino de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras y de una religiosa de este país, que estaban colaborando con los refugiados prácticamente sin medios.
Las críticas de Ruckauf en la Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tuvieron gran impacto en la prensa argentina este sábado. El diario La Nación de Buenos Aires destacó, por primera vez, la tragedia de Zaire en la portada.
Ruckauf rechazó, en nombre del presidente Carlos Menem, la propuesta hecha el jueves por el vicepresidente de Zaire, Mutombo Bakaswa Nsenda, quien reclamó que la ayuda humanitaria sea entregada en Ruanda y Burundi para atraer de nuevo a los refugiados a sus países.
Pese a las advertencias del secretario general de FAO, Jacques Diouf, para que los líderes de las 194 naciones presentes en la Cumbre se abstuvieran de hacer declaraciones de "tono político", el vicepresidente argentino calificó la propuesta zaireña de "inaceptable, absurda y criminal".
Los calificativos provocaron la retirada del delegado de Zaire.
"Es hora de presionar, no se puede esperar más. La actitud del gobierno de Zaire equivale a un genocidio, no puedo calificar de otra manera la pretensión de que vuelvan a Ruanda y Burundi un millón de famélicos y enfermos refugiados en Zaire", declaró más tarde Ruckauf a la prensa argentina.
"Primero hay que darles de comer, curarlos, vestirlos y ayudarlos a volver a sus países. Empujarlos en medio de un conflicto armado hacia sus naciones de origen en el estado actual, equivale a condenarlos a muerte", advirtió. (FIN/IPS/mv/ag/ip- hd/96
