TURQUIA: Enoja a EE.UU. el viaje de Erbakan a Nigeria y Libia

Estados Unidos montó un duro e insólito ataque contra un aliado clave en la OTAN, agrediendo al primer ministro turco Necmettin Erbakan por sus visitas a Libia y Nigeria.

Un vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, denunció declaraciones supuestamente atribuídas a Erbakan, quien habría afirmado que Libia es víctima del terrorismo político de Estados Unidos e Israel.

"Uno no sale de viaje y aporrea a la gente en la cabeza sin motivo, especialmente en una capital cuyo líder es un… que favorece el terrorismo internacional", dijo.

Los viajes de Erbakan suscitaron creciente preocupación en Washington desde que accedió a la jefatura del gobierno turco en junio y encabezó una coalición con el secular Partido Path, encabezado por la ministra de Asuntos Exteriores, Tansu Ciller. Luego de asumir el poder, Erbakan prometió estrechar lazos con países islámicos.

La vehemencia del ataque de Burns fue un cambio marcado respecto a otras cautas declaraciones formuladas por diplomáticos estadounidenses en los últimos meses.

La actitud de Washington a su vez suscitó criticas de diplomáticos locales porque en su opinión se inmiscuye en decisiones políticas de una nación soberana que, además, es miembro de la alianza atlántica.

Turquía, con una estratégica posición en Asia Menor, entre Europa y Medio Oriente, es considerada cada vez más importante para los intereses de Washington en ambas regiones, como así tambien en el Cáucaso y Asia Central, ricas en petróleo.

Sin embargo, sus idas y venidas han puesto nerviosos a los politólogos estadounidenses acerca de la confiabilidad de Turquía como aliado.

En agosto, Erbakan visitó Teheran y firmó un acuerdo para importar gas natural por 20.000 millones de dólares. Los funcionarios estadounidenses vieron la iniciativa como un desafío a la política de Washington respecto a Irán.

El primer ministro turco tambien envió una delegación a Bagdad y desde entonces parece estar de acuerdo en extender la autoridad del presidente Saddam Hussein en las áreas kurdas del norte de Iraq.

Su anuncio a fines de septiembre que iba a viajar a Libia y Nigeria tomó por sorpresa a los funcionarios estadounidenses.

Como Irán e Iraq, Libia es uno de los siete países que figuran en la lista negra del Departamento de Estado como patrocinantes del terrorismo. En 1992, Washington logró que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera sanciones comerciales y de otro tipo a Trípoli.

El boicot fue una represalia por la negativa libia de entregar a dos connacionales acusados de haber puesto la bomba que derribó el Jumbo de Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie, en 1988, y causó más de 300 muertos.

En los últimos meses, Washington ha tratado de endurecer las sanciones contra Libia mediante la aprobación de una legislación que permite al presidente Bill Clinton castigar a compañías foráneas que invierten más de 40 millones de dólares anuales en el sector petrolero y gasífero de Libia.

Los informes que Erbakan había aceptado ampliar el comercio turco con Libia provocó el ataque de Burns.

"Si existe alguna intención del gobierno turco de normalizar el comercio, las importaciones y exportaciones, o cualquier otro tipo de negocios (con Libia), debe tener en cuenta las sanciones de la ONU a la cual han adherido muchos países, incluyendo Estados Unidos", advirtió.

Ankara, según Burns, "debe entender que el comercio a veces debe sentarse en el asiento trasero en la lucha contra el terrorismo".

Señalando el enfrentamiento turco con el Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), el cual Ankara considera un grupo terrorista, Burns agregó que "un país que ha sido víctima del terrorismo debe ser el primero en entender la situación".

"Todos debemos afrontar el terrorismo, y … los aliados deben apoyarse mutuamente", dijo el vocero, quien tambien criticó la decisión de Erbakan de viajar a Nigeria, otra nación paria de Estados Unidos.

Washington aplicó sanciones económicas contra Nigeria luego que abortaron las elecciones en el país en 1993, y ha tratado de persuadir a sus aliados de Europa Occidental y de Africa que adopten medidas adicionales para obligar a una transición democrática en Lagos.

Burns calificó al régimen militar de Sani Abacha "un consistente y gran violador de derechos humanos. Debemos apoyar la democracia y criticar a aquellos que son dictadores".

Erbakan estimó sus viajes esenciales para impulsar la economía turca que, según los funcionarios de Ankara, ha perdido alrededor de 27.000 millones de dólares como resultado de cinco años de sanciones internacionales contra Iraq.

Libia debe alrededor de 365 millones de dólares a contratistas turcos que Erbakan querría ver reembolsados. Si bien el comercio con Nigeria asciende a 20 millones de dólares por año, el primer ministro estima que hay gran potencial de crecimiento.

No obstante, Burns expresó que esto no es una excusa para la conducta de Erbakan.

"La declaración que formulamos es fuerte. Normalmente, no hablamos acerca de aliados en esta forma, pero lo hacemos por una buena razón", expresó.

Diplomáticos en la ONU coincidieron que la reacción de Washington es desproporcionada y constituye una interferencia "inaceptable" en decisiones políticas de una nación soberana. (FIN/IPS/tra-en/jl/yjc/ego/ip).

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