GUATEMALA: Rigoberta Menchú augura un futuro de democracia

La líder guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, declaró en Costa Rica que espera para su país 'un futuro de democracia, no de dictadura', luego de la experiencia que ha vivido su pueblo tras varias décadas de violencia.

Menchú es optimista cuando habla de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla, y sustenta su posición en lo que han avanzado las partes tras largos meses de negociaciones. Han llegado a un punto irreversible gracias al esfuerzo de los dos bandos, agregó.

La dirigente visitó esta capital luego de abandonar Panamá, donde entregó varios premios de prensa patrocinados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Desde la capital panameña envió un mensaje a las autoridades de su país para descubrir y castigar a los culpables de la tragedia ocurrida en el estadio de fútbol Mateo Flores, hace una semana, en el que murieron casi un centenar de personas.

En Costa Rica analizó con autoridades del gobierno, con indígenas y universitarios, los derechos de la niñez de todos los sectores de la sociedad, y este jueves viajó a Nicaragua para completar una misión de UNICEF cuyo fin es estimular los medios e instituciones para comprometerse más a favor de la niñez.

Menchú se mostró preocupada porque en Centroamérica hay cada vez más niños de la calle, hay mucha agresión y violencia contra ellos, especialmente los de más bajo nivel económico y educativo.

Menchú fue recibida por el Plenario de la Asamblea Legislativa para analizar las posibilidades de modernizar y mejorar la legislación a favor de los niños.

Reconoció que en Costa Rica ya hay interés en varios estratos, pero agregó que "aún no llegamos a la parte sustantiva", es decir, a darle la palabra a los que son las víctimas de las injusticias sociales, para que puedan expresarse directamente.

Uno de los problemas más graves que existen en Centroamérica es la pobreza, que alcanza según fuentes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a 60 por ciento de los 30 millones de habitantes de la región.

Menchú aceptó la gravedad de esta situación y manifestó que si no se resuelve la pobreza general de los centroamericanos, no se va a poder hacer mucho a favor de los niños abandonados que no tienen con qué hacer frente a sus necesidades básicas como un hogar, alimento y abrigo.

Obviamente las políticas financieras tienen que cambiar para que respondan a las necesidades sociales y los problemas nacionales, y no sólo preocupadas por los esquemas internacionales como ha sido hasta ahora, declaró Menchú.

La luchadora por los derechos humanos dijo que UNICEF respaldará los esfuerzos que hagan los gobiernos para llevar a la práctica iniciativas que promuevan a la niñez de la región.

Categóricamente, Menchú dijo que "vale la pena invertir en una educación integral, una educación más completa, una educación humana", porque "desgraciadamente" los ajustes estructurales han producido mayor pobreza, desempleo, recorte de programas que tienen que ver con la infancia, la niñez, las mujeres.

Menchú se pronunció por una revisión de los esquemas internacionales más allá del ámbito local y regional.

Si el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial no revisan los esquemas que ha favorecido hasta el momento, añadió, entonces nuestros países se verán obligados a presionar para lograr una distribución equitativa de los recursos de la humanidad. (FIN/IPS/wc/jc/hd-pr/96

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