El bombardeo publicitario con imágenes de mujeres superdelgadas, demacradas y sin curvas aumentó en España el número de enfermos de anorexia, al tiempo que disminuye la edad de las personas afectadas por ese mal.
El caso de Arantxa, una andaluza de 26 años en coma tras ingerir pastillas para adelgazar y diuréticos conseguidos sin receta médica, ha puesto sobre el tapete una situación que aflige a un número cada vez mayor de niñas y adolescentes y que comienza a incidir también entre los varones.
Llevada por el deseo de lucir un cuerpo igual al de las modelos más cotizadas, aquellas que sonríen ante las cámaras mostrado una figura escuálida, la joven española disminuyó la ingestión de alimentos hasta caer inerte en la vía pública.
Ahora, tras sufrir una parada cardio-respiratoria, permanece en coma y su estado es irreversible, informó el médico Rafael del Pino, subdirector del centro sanitario.
El bombardeo publicitario con cánones de belleza femenina que contradicen el lógico funcionamiento orgánico de las mujeres es una de las causas determinantes de la masificación del problema, advierten médicos, psiquiatras y familiares de las afectadas.
"A ella, como a tantas otras, les llenan la cabeza de cosas", expresó la madre de Arantxa, refiriéndose a la publicidad que acosa a niñas y jóvenes desde las pantallas de los televisores y las revistas de modas.
Otra situación que ayuda a que las jóvenes se castiguen con dietas totalmente ilógicas y que se transmiten de boca en boca, unas a otras, es la estrategia de la industria de la moda de implantar, en casi todas las tiendas juveniles, la talla "media".
"¿Por qué si la talla media de la mujer es una 38-40, siempre hay, según las estadísticas, más cantidad de la 36 en las tiendas?", se pregunta un periodista de La Revista en un artículo dedicado al tema.
La Revista, suplemento de los domingos del diario "El Mundo", reprodujo en una nota titulada "La insoportable levedad del ser", las figuras de las modelos de delgadez extrema. Entre ellas, destaca la de Stella Tennat, la nueva imagen de la casa francesa Channel, que mide 1,83 metros y pesa 56 kilos.
En otra imagen, Emma Balfour posa con el rostro demacrado para el fotógrafo David Syms, mientras la enclenque Shalom luce una total ausencia de curvas.
"Ahora se buscan responsables (de la anorexia en niñas de hasta nueve años). ¿Serán los popes de la costura que durante todo este tiempo han subido a la pasarela o han utilizado como reclamo publicitario a tops de aspecto biafreño? ¿Quizá los editores de la moda? ¿O las propias modelos?", reflexiona La Revista.
Pero el caso de Arantxa es apenas la punta del iceberg. Según los especialistas, la situación se torna cada día más alarmante, en la medida en que disminuye la edad de los jóvenes atrapados por la anorexia o la bulimia, la otra cara de la enfermedad.
En el hospital Niño Jesús de Madrid han llegado a atender a un total de 405 niñas anórexicas. Unas 25 debieron ser ingresadas en el centro asistencial dado el estado precario de salud en que se encontraban. Una de ellas, a punto de cumplir 13 años, lo hizo con sólo 23 kilos de peso.
La anorexia, indicaron especialistas de ese centro, es, junto a diabetes, alergias y traumatismos, una de las primeras causas de enfermedad entre los adolescentes españoles.
Superar lo más llamativo, una delgadez casi esquelética, requiere gran esfuerzo asistencial. Los médicos destacan una alta tasa de hospitalización (de 65 a 75 por ciento), prolongado tiempo de ingreso -entre 45 y 90 dias- y una tendencia a la recaída del 30 por ciento.
No obstante, "si uno no se cura de arriba (la mente) no está curado", añade con énfasis el padre de una niña afectada.
Cifras manejadas en distintos círculos, como la Asociación en Defensa de la Anorexia (Adaner), comienzan a alertar sobre la evolución de la enfermedad e indican que su incidencia sobre la población en España pasó en una década de 0,3 a 0,9 por ciento entre las mujeres menores de 15 años.
Adaner informó que desde la primavera pasada otras dos jóvenes que acudían a sus grupos de autoayuda han fallecido por la ingesta de adelgazantes o por complicaciones derivadas de la autoprovocación de vómitos.
Señala, además, que sólo un tercio de los afectados logran superar la anorexia, tras ser sometidos a tratamiento y que el resto arrastra la enfermedad hasta su muerte. Por esa razón, advierten que lo indicado es iniciar el tratamiento lo antes posible.
Pero también alertan contra la publicidad y venta indiscriminada de adelgazantes. El mercado de dietéticos mueve en España unos 50 millones de dólares al año.
En un esfuerzo por divulgar la situación y atraer para su causa a los organismos más profesionales, Adaner se dirigió a los colegios de médicos y farmacéuticos alertándolos sobre los peligros derivados de la venta sin recetas de ese tipo de medicamentos.
Pero una de las mayores dificultades estriba en que 57,7 por ciento del mercado de adelgazantes y productos fáciles de adquirir sin receta médica se encuentran entre los artículos homeopáticos y de venta en herbolarios.
Le siguen las píldoras "milagrosas" (18,5 por ciento) y los sustitutos de comidas (13,3).
Los médicos también se han pronunciado por disminuir la presión publicitaria, muy difícil de comtrarrestar entre los más jóvenes. (FIN/IPS/af/dg/he-pr/96
