Cincuenta años después que el escritor brasileño Josué de Castro escribiera su Geografía del Hambre, que provocó un remezón en el mundo, los Jefes de Estado y de Gobierno de casi 200 países diseñarán el mapa mundial del hambre para poder combatirlo de manera más eficaz.
La Cumbre Mundial sobre la Alimentación que se celebrará en Roma del 13 al 17 de noviembre ubicará mejor dónde está esa mitad del mundo de la cual hablaba Josué de Castro, que no duerme porque tiene hambre, e impide a la vez dormir a la otra mitad, que teme que éstos al improviso se despierten.
El mapa del país del hambre cubrirá sobre todo Africa, Asia y América Latina, y su población será de 800 millones de personas, que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), padecen de desnutrición crónica.
Su población infantil estará constituida por 200 millones de niños menores de cinco años que sufren carencias de proteínas y energía.
Se trata de un instrumento que permitirá focalizar el gasto público y la cooperación internacional y del sector privado para erradicar el hambre, explicó el presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, Pedro Medrano.
El Comité, que terminó su reunión el martes, acordó diseñar este mapa, que formará parte de la Declaración de Roma y del Plan de Acción que aprobará la Cumbre, reduciendo de 800 a 200 los llamado "corchetes", las materias entre paréntesis sobre las cuales no había acuerdo.
Es probable que los temas que están aún en discusión se traten durante el actual Consejo de la FAO, que comenzó el martes y terminará el día 10, como lo plantea el Tercer Mundo, a lo cual se ha opuesto hasta ahora la Unión Europea (UE).
Los grandes temas sobre los cuales hay aún discrepancias son el seguimiento de los acuerdos que se adopten en la Cumbre, la comercialización, elaboración y distribución de alimentos, las inversiones en la agricultura, el crecimiento demográfico, el derecho a la alimentación.
Medrano, embajador de Chile ante la FAO, subrayó que uno de los acuerdos más importantes adoptados por el Comité, a cuya reunión asistieron 128 de los 136 países miembros de la FAO, fue el de fortalecer el sector rural como área vital y prioritaria.
Se deben crear las condiciones, dijo, para detener la gigantesca emigración que se prevé en los países en desarrollo del campo a las ciudades.
La FAO estima que la población de las capitales del Tercer Mundo, de Africa, Asia y América Latina pasará en sólo 20 años de los actuales 1.500 millones de habitantes a 4.000 millones.
Las capitales no están en condiciones de recibir más gente, manifestó Medrano, como ocurre en América Latina, donde en los últimos 50 años se ha pasado de un equilibrio entre la población rural y urbana a un predominio de las ciudades.
En algunas capitales latinoamericanas vive 80 por ciento de la población del país.
No se trata, aclaró, sólo de producir mas alimentos, sino de mejorar su acceso.
Para ello se requieren medidas que tiendan a erradicar la pobreza, con un fuerte aumento en la educación, dentro de un esquema que se ha denominado del desarrollo sustentable, teniendo especial cuidado con los recursos naturales.
Una de las posibilidades que se han barajado, dijo Medrano, es una mayor coordinación de todo el sistema de la cooperación internacional a través del sistema de Naciones Unidas.
Es indispensable, afirmó, que la Cumbre visualice al menos cómo puede organizarse un orden agrícola mundial por los próximos 20 o 30 años, teniendo en cuenta que en el 2030 habrá en el mundo 3.000 millones de personas más que alimentar.
Asimismo, agregó, hay que tener presente que la producción agrícola no está creciendo y que las inversiones internacionales en la agricultura han bajado en más o menos un 40 por ciento, con un nuevo escenario del comercio, sin subsidios, sin subvenciones.
Los países que han resuelto este problema no pueden ignorar que más allá de sus fronteras hay centenares de millones de personas que están en una situación de pobreza.
Tarde o temprano esa gente buscará la forma de satisfacer sus necesidades, y si no lo pueden hacer en sus propios países, irán a los países desarrollados.
Las migraciones son hoy en día en su mayor parte de origen rural: "estamos en presencia de la mayor emigración rural en toda la historia de la humanidad", manifestó Medrano.
En China, por ejemplo, con la modernización, la agricultura va a dejar de ocupar a más de 300 millones de personas, que probablemente intentarán dejar el campo.
Y hay más de cien millones de personas en el mundo que están en movimiento, que no tienen un lugar fijo donde vivir. (FIN/IPS/jp/jc/pr-dv/96