Pequeños productores agropecuarios de Costa Rica se acogieron a un programa de capacitación destinado a prepararlos para enfrentar la apertura comercial y la integración económica.
El plan fue llevado a cabo por dos universidades estatales con el aval de la Fundación Friedrich Ebert de Alemania.
Según los expertos Mario Fernández Arias y Rocío Chaves, el desestímulo a la producción para el mercado interno, la incertidumbre alimentaria y una profundización de la crisis entre pequeños y medianos productores son los principales efectos de las políticas puestas en práctica desde 1986.
El trabajo realizado demostró -indicaron- que la sociedad en general y el campesinado en particular ven con reticencia el proceso de apertura comercial iniciado en los últimos años.
"Ha quedado en evidencia la poca capacidad de reacción de los agricultores ante tales procesos que implican enfrentar la competencia del mercado mundial, sin tener capacidad, ni recursos, ni conocimientos" para hacerlo, estiman Fernández y Chaves.
La política gubernamental insiste en que la apertura debe realizarse "de manera generalizada y eliminando cualquier medida de protección dirigida al mercado interno, lo que ha provocado en los campesinos 'una visión fatalista que les impide defenderse", observan,.
"Si nada se hace, la apertura a las importaciones aniquilará la producción nacional", destacó Chavez, e insistió en la necesidad de que los agricultores se organicen para que adquieran capacidad de reacción y presión sobre los encargados de formular las políticas ecomómicas. (FIN/IPS/wc/dg/if/96
