CONGO: Ley estimulará exportación de madera manufacturada

El gobierno de Congo remitió al Parlamento un nuevo código legal orientado a un aprovechamiento más beneficioso para el país de sus recursos forestales mediante un manejo racional de la explotación maderera.

El proyecto se propone limitar la exportación de madera en bruto de este país de Africa central. Su preparación fue apoyada con financiación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

"El principal objetivo a corto plazo es que la madera sea procesada en el país, de forma que éste pueda beneficiarse plenamente del producto", explicó Nana Sinkam, representante de la FAO en Congo.

Además, la FAO también está interesada en que el proyecto ayude al país a tomar en cuenta la protección, la conservación y la explotación sostenible de los ecosistemas forestales y su biodiversidad.

La preparación del código contó además con la colaboración del Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales, los servicios nacionales de forestación y las principales compañías del ramo.

Alrededor de 200.000 kilómetros cuadrados del territorio congoleño (342.000 kilómetros cuadrados en total) está ocupado por bosques. La madera fue la primera exportación del país hasta 1973, cuando fue desplazada por el petróleo.

Hasta aquel momento, la madera representaba 70 por ciento del producto interior bruto, pero ahora ha caído a siete por ciento.

Congo exporta entre 75 y 85 por ciento de los 800.000 metros cúbicos de madera que produce cada año. El año pasado, las exportaciones de este producto sumaron 654.211 toneladas, con un valor de 141 millones de dólares. La mayor parte de esa madera, sin embargo, es embarcada en forma de troncos.

Las principales disposiciones del proyectado código incluyen una norma que obliga a que la madera sea procesada en Congo a fin de que se hagan mayores exportaciones de productos manufacturados o semimanufacturados en lugar de materia prima.

"La madera procesada será vendida a las industrias nacionales y sólo podrá ser exportada si excede las necesidades internas", explicó Rigobert Ebondzo, director general del Departamento de Aguas y Bosques.

Para desalentar la exportación de madera en bruto, el proyecto organiza un sistema según el cual, cuanto mayor sea el grado de elaboración que lleva la madera, más bajo será el impuesto que debe pagar su exportación.

Las pequeñas empresas madereras, no obstante, aducen que esas normas les producirá un daño, ya que la mayoría de ellas carecen de los equipos necesarios para procesar la madera.

"No estamos equipados como están las grandes compañías", dijo Thomas Nikita, primer vicepresidente de la Unión Nacional de Empresas y Transportadores de Madera (UNIBOIS). "No pueden forzarnos a que paremos de repente de exportar troncos. Deberían darnos tiempo para equiparnos para el procesamiento".

El Estado espera que el procesamiento de la madera sirva para crear más empleos, desarrollar la industria y mejorar la formación técnica de los trabajadores madereros -la mayoría de los cuales son simples leñadores- además de incrementar el valor agregado del sector. (FIN/IPS/tra-en/nrn/kb/arl/dv-en/96

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