El municipio de Brasilia recoge unas 50 toneladas diarias de desperdicios clasificados y reciclados por los habitantes tras la implementación de un plan lanzado este año por el gobierno del Distrito Federal.
El plan se desarrolla en una zona residencial, en los 19 ministerios del gobierno federal, en otras ocho instituciones públicas y en Brazilandia, una ciudad ubicada a 45 kilómetros de Brasilia.
La iniciativa consiste en que los habitantes realicen una primera selección entre desechos orgánicos (restos de alimientos) por un lado e inorgánicos (papeles, vidrios y plásticos) por otro.
"La selección de desperdicios depende fundamentalmente de la organización de la sociedad y de su conciencia sobre el ambiente", dijo el secretario de Medio Ambiente del gobierno de Brasilia, Francisco Floresta.
Este proceso comenzó con la educación de la población en escuelas, iglesias, sindicatos, administración pública y comercios, entre otros ámbitos, a través de vídeos, explocó Floresta.
El reciclaje primario reduce la presión sobre la naturaleza para la obtención de materias primas, el volumen de desperdicios enterrados (uno de los mayores problemas en las grandes ciudadades) y los gastos de agua y energía en los procesos de reconversión.
La intención del gobierno de Brasilia es extender el plan de selección y reciclaje de residuos a toda la ciudad con el apoyo de la ciudadanía, que "lo único que tiene que hacer es separar en dos bolsas los desperdicios orgánicos de los inorgánicos", según los técnicos. (FIN/IPS/jlm/mj/en/96
