En el mercado O Russei de Phnom Pehn un colmillo de elefante vale 400 dólares, una piel de leopardo 133 dólares y los huesos de tigre 100 dólares el kilogramo.
Algunos de estos artículos son más baratos en Poipet, una villa cerca de la frontera con Tailandia, donde los huesos de tigre se venden a 80 dólares el kilogramo. Allí, una cabeza de tigre cuesta 120 dólares y una trompa de elefante 40 dólares los 25 centímetros.
Los tigres y los elefantes asiáticos figuran en la lista de especies en peligro de extinción de la Unión Mundial de Conservación (IUCN), la cual clasifica a los leopardos en la categoría de animales "bajo riesgo". Los cuernos del kouprey, un tipo de ganado vacuno salvaje que está a punto de desaparecer, también se venden a 400 dólares el par.
Desde que en 1989 los vietnamitas se retiraron de Camboya, el comercio de especies salvajes aumentó significativamente, según un detallado informe producido por TRAFFIC, una red internacional con sede en Gran Bretaña que controla el tráfico de vida silvestre.
TRAFFIC es un programa conjunto del Fondo Mundial para la Naturaleza e IUCN, y trabaja en coordinación con la Secretaría de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
La caza para la subsistencia en Camboya está siendo rápidamente desplazada por el comercio para abastecer mercados en Tailandia, Vietnam, China e incluso países más lejanos.
"No hay duda de que algunos de los mamíferos más raros del sudeste de Asia son amenazados por la depredación causada por la caza en Camboya", sostuvo Marcus Phipps, representante nacional de TRAFFIC-Sudeste Asiático.
Las especies salvajes aún son cazadas para la supervivencia en Camboya, y son importantes para la medicina tradicional, mientras partes de animales se usan con fines decorativos.
Pero la creciente demanda es para mercados ilegales en el exterior, en especial Tailandia y Vietnam, y en China, hacia donde son transportados en barco a China.
Un floreciente comercio de serpientes pitones se establece con Vietnam, y la mayoría son trasladadas a China y Taiwan, donde se les quita la piel.
Tortugas y lagartijas también son muy demandadas en Vietnam como alimento y medicina. La mayoría de las pieles de felinos y serpientes se destinan a Tailandia, que también es un gran mercado de trofeos de ganado y ciervos y de marfil. Ambos países reciben productos de tigre.
El número de tigres que queda en Camboya no está establecido, pero estos animales salvajes ya no amenazan pequeñas villas rurales.
Casi todas las partes del tigre son apreciadas. Los individuos vivos se venden hasta por 500 dólares cada uno, y en su mayoría son enviados a Vietnam, donde su precio llega a multiplicarse por 10.
Se estima que unos 2.000 elefantes aún viven en Camboya, pero cada vez más son cazados para quitarles el marfil y usar sus esqueletos para atraer tigres.
TRAFFIC no es optimista sobre las posibilidades de reducir el comercio en el corto plazo, aunque el gobierno prohíbe las exportaciones de especies silvestres y no ha emitido autorizaciones con ese fin.
"Es necesario mejorar la situación económica de los camboyanos rurales", sostiene el informe de TRAFFIC, destacando que la caza de supervivencia es necesaria para la gente en un país en que grandes áreas no pueden utilizarse para la agricultura debido a la gran cantidad de minas, y en el cual la industria ofrece pocos empleos.
No obstante, el informe señala que la dependencia de los camboyanos del comercio ilegal de fauna y flora hace importante controlar ese tipo de exportaciones, de modo de asegurar "niveles sostenibles de uso de los recursos naturales de Camboya".
Nuevas y más poderosas leyes con penas más estrictas serán necesarias en Camboya, y deben lanzarse iniciativas de educación y concienciación primero para autoridades de gobierno y luego para el público en general, mientras una campaña especial debe dirigirse a los comerciantes ilegales, sostiene el proyecto ambientalista.
Actualmente, afirma TRAFFIC, "cualquier contribución potencial de largo plazo a la economía del comercio sostenible de fauna y flora silvestre es aniquilada por el contrabando de sus valiosos recursos naturales". (FIN/IPS/tra-en/jp/fn/lp/en/96