BRASIL: Esterilización se expande entre mujeres jóvenes

A los 26 años, Rosángela de Morais, una habitante de los suburbios de esta ciudad de Brasil, dijo basta a su fertilidad.

Al tener su cuarta hija por cesárea se sometió a una cirugía de esterlización, un método anticonceptivo que creció más de 40 por ciento en la última década en Brasil, pese a que no está legalizado en la red pública de salud.

"Opté por la ligadura (de trompas) a causa de nuestra situación financiera. Con tantos niños no alcanza el dinero para criarlos y las condiciones de vida están difíciles", explicó la mujer, que junto a su marido, asistente de una productora de video, tiene un ingreso mensual de unos 400 dólares.

Rosángela era empleada doméstica, pero los sucesivos embarazos durante los últimos años le impidieron trabajar.

Este caso no es famoso como el del ministro de Deportes y ex jugador de fútbol Pelé, quien para tener un hijo con su nueva mujer tuvo que recurrir a la inseminación artificial, después que intentó infructuosamente revertir una vasectomía hace unos años.

Sin embargo, Rosángela engrosa las cifras de los millones de brasileñas esterilizadas, según reveló un reciente estudio de población realizado por la organización no gubernamental Bienestar de la Familia en Brasil (Bemfam), con apoyo financiero del programa estadounidense de demografía Macro Internacional.

Según la investigación, 40 por ciento de las mujeres que utilizan algún método anticonceptivo optó por la esterilización, lo que significa un crecimiento de 49 por ciento en diez años.

Los hombres también se han volcado a la esterilización. Mientras que en 1986 sólo 0,8 por ciento se había practicado la vasectomía, en 1995 la proporción se elevó a 2,6 por ciento.

Ria Badiani, coordinadora del estudio, se manifestó alarmada por la disminución de la edad media de esterilización, que hace diez años era de 31 años y ahora de apenas 28.

De las mujeres esterilizadas, 6,4 por ciento tiene sólo dos hijos. Comparado con otros países de América Latina, Brasil es el que tiene el mayor índice de esterilizaciones.

"Lo que me preocupa es lo que estará ocurriendo con las mujeres brasileñas que las ha llevado a adoptar este método", comentó Badiani.

"Es un indicador de una falta de acceso a otros métodos, de una disponibilidad limitada de métodos, de la dificultad de la mujer de compartir con el hombre la responsabilidad de la contracepción. Es un indicador también de la necesidad de ofrecer mejores condiciones de educación a sus hijos", añadió.

A partir del estudio se investigarán otras variables, como por ejemplo si las personas esterilizadas son conscientes de que este es un método en la mayoría de los casos irreversible.

"Mucha gente dice que la ligadura es irreversible y que una nunca más puede tener hijos, pero yo estoy satisfecha con los que tengo", dijo Rosángela.

Ella se sometió a la cirugía en una clínica privada y pagó el equivalente a unos 400 dólares, pero según la coordinadora de la investigación muchas esterilizaciones se hacen en hospitales públicos.

"¿El sector público no paga por la esterilización? ¿Entonces qué ocurre? Lo que se sabe es que en realidad ellas hacen un parto por cesárea y con ocasión de ese parto también son esterilizadas", señaló Badiani.

En enero el presidente Fernando Henrique Cardoso emitió un decreto que autorizaba la realización de esterilizaciones en la red pública de salud, un método legalizado en intendencias como la de Sao Paulo.

Cuatro días después, el presidente volvió atrás en su decisión y vetó el proyecto con el argumento de que el Ministerio de Salud considera este método como una mutilación, pero extraoficialmente no se descartaron presiones de la Iglesia Católica, que está en contra de todos los métodos anticonceptivos "no naturales".

Algunos políticos brasileños pagan las esterilizaciones a cambio de votos, un factor que también intentará determinar la investigación de Bemfam.

"Lo que hubo en Brasil no fue planificación familiar sino un control poblacional", alertó la diputada estadual de Río de Janeiro Lucía Souto, médica sanitarista que critica la esterilización porque "altera profundamente la fisiología de la mujer ".

Aunque Bemfam prefiere no pronunciarse a favor ni en contra de este método, considera que el gobierno deberá estimular la educación anticoncepcional y dar la opción de otras formas reversibles a través de los médicos.

Badiani niega la posibilidad de que detrás de la esterilización masiva exista el estímulo de alguna organización gubernamental o no gubernamental.

"Lo que ocurre es que la falta de política, de una definición del país con relación a la asistencia en salud a la mujer, o mejor dicho de implementación de esa política, hace que las opciones para las mujeres sean mínimas", dijo.

"Otros métodos no sirvieron. Usé un DIU (dispositivo intrauterino) y quedé embarazada, tomé píldoras anticonceptivas y quedé embarazada. Necesitaba asegurarme", concluyó Rosángela, señalando que la esterilización le fue recomendada por su obstetra.

Bemfam critica el papel de los médicos en salud reproductiva en Brasil, que prefieren los métodos de "alta eficacia". (FIN/IPS/ff/dg/he-pr/96

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