La ley Helms-Burton, impulsada por el gobierno de Estados Unidos, atenta contra la consolidación del sistema de comercio internacional surgido de la Ronda Uruguay y contiene violaciones básicas al derecho internacional.
Así los sostiene un documento del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) al que accedió IPS y que será debatido este jueves en Montevideo por los participantes en la XII Reunión del Consejo ministerial de la organización.
La controvertida ley se ha convertido en uno de los principales centros de atención de la reunión del SELA, comenzada el lunes a nivel técnico.
Representantes de varias naciones han formalizado consultas y en particular la delegación de Cuba, encabezada por Ibrahim Ferradaz, Ministro para la Inversión Extranjera, realiza un intenso trabajo de pasillos.
Pero ninguno de los participantes, que representan a los 27 países de América Latina y el Caribe integrantes del SELA, se atreve a hacer un pronóstico sobre la cuestión, que será debatida a puertas cerradas.
El documento del SELA que será eje del debate sobre la ley Helms-Burton considera que la interdependencia entre los estados, acentuada por la globalización económica, "exige que se respeten reglas de convivencia entre ellos", tanto en el plano de las relaciones económicas como en el ordenamiento jurídico.
La ley dictada por Estados Unidos "no sólo afecta negativamente los intereses de Cuba y de su desarrollo, sino que también lesiona los intereses de América Latina y el Caribe y de la comunidad internacional, al interferir en sus decisiones soberanas en la conducción de las relaciones externas".
La ley Helms-Burton habilita en su capítulo más polémico a los titulares de bienes expropiados por Cuba a demandar ante tribunales de Estados Unidos a individuos y empresas que "trafiquen" con esos bienes. Los críticos han señalado que se trata de una norma de aplicación extraterritorial.
Los elementos que el SELA colocó sobre la mesa de los delegados de la región para su discusión hacen dudar que se pueda concluir con una declaración final terminante, advirtieron a IPS algunos de los participantes, aunque "algo habrá que decir".
El documento de 159 páginas y anexos, reservado para los gobiernos, sostiene que la ley "atenta también contra la consolidación del sistema de comercio internacional" surgido de la Ronda Uruguay de negociaciones multilaterales.
Recuerda que ese sistema, surgido de siete años de negociaciones, pretende acabar con toda medida discrecional en las relaciones económicas y contempla mecanismos institucionales para dirimir equitativamente los conflictos entre los estados.
La ley Helms-Burton afecta esa pretensión, porque "su agresividad" no puede sino "generar una cadena de reacciones igualmente agresivas por parte del resto de la comunidad internacional".
Según los expertos del SELA, "la ineficacia del embargo o bloqueo que venía imponiendo a Cuba, entre otros motivos, ha llevado a Estados Unidos a adoptar una medida más amplia que, al afectar a terceros, ha generado una más severa reacción internacional de rechazo".
Es así como Estados Unidos se ha situado "en una posición aislada y contradictoria con sus planteamientos en cuanto a apertura y libre comercio".
Desde el punto de vista jurídico también la ley viola "normas básicas" del derecho internacional, advirtieron los juristas Nelson Socorro Calderas, Isidro Morales Paul y Gonzalo Capriles.
Los tres juristas citados por el SELA señalaron que la norma prentende regular actos jurídicos anteriores a su entrada en vigencia, e incluso "crea derechos" para quienes hoy son ciudadanos de Estados Unidos pero tenían una nacionalidad diferente en el momento de ocurrir esos hechos.
Así mismo, la ley "pretende tener efectos sobre un ámbito soberano y externo a los Estados Unidos", como es el territorio cubano, y tener efecto sobre otros estados y sobre sujeros de otros países, agregaron.
Por otra parte viola "principios fundamentales de las normas que rigen el comercio internacional", como son el trato a la nación más favorecida, la no discriminación y el libre comercio entre todos los miembros de la Organización Mundial de Comercio.
Finalmente, los juristas observaron la unilateralidad de la medida de Washington, pues la ley no se remite a normas, procedimientos e instituciones multilaterales aceptadas internacionalmente "aún por Estados Unidos", sino que establece sus propias normas y procedimientos en función de criterios e intereses exclusivamente internos.
La ley Helms-Burton se traduce en "efectos concretos en el terreno de las corrientes económicas de comercio e inversión entre Cuba y sus socios de la región y de otras regiones, agregó el SELA.
En efecto, no sólo afecta intereses específicos de Cuba "sino también de terceros que están operando en el mercado cubano respetando la legislación de ese país de acuerdo con el ordenamiento económico internacional", concluyó el documento. (FIN/rr/ff/ip/96