Las economías, los gobiernos y la cultura latinoamericanas recibieron esta semana en Alemania elogios de empresarios, gobernantes e intelectuales que participaron en las Jornadas Latinoamericanas de Colonia y la Feria Internacional del Libro en Francfort.
Los participantes en las Jornadas coincidieron en que, en términos generales, hoy hay que hablar de "una América Latina nueva, dinámica, eficiente y distinta", en lo económico y financiero y en la administración de gobierno.
La entrega del Premio de la Paz de la Asociación de Libreros Alemanes al escritor peruano Mario Vargas Llosa, el día 6, fue el momento más destacado de la mayor exposición del libro del mundo, la de Francfort.
Dio lugar a un amplio despliegue periodístico sobre la obra literaria y las opiniones políticas del autor de "La ciudad y los perros".
Antes, durante y después de la feria, la radio, la televisión y la prensa -la televisión, por ejemplo, 45 minutos, y los diarios páginas enteras- dedicaron vastos espacios a los escritos de Vargas Llosa, que, dijeron, exaltan la defensa de la paz, la democracia, la justicia social y la ética en la política.
Gran atención dedicaron también los medios a las críticas que hace el autor de "Conversación en la catedral" a lo que considera el autoritarismo disfrazado de democracia del gobierno de Perú, la "perfecta dictadura" imperante en México y el régimen comunista de Cuba.
Las "Jornadas latinoamericanas" comenzaron el lunes y se celebraron en los salones de la "Voz de Alemania", emisora de radio y televisión germana para el exterior, con sede en Colonia.
Junto con la Voz de Alemania participaron en la organización las principales instituciones de la industria y el comercio y el Ministerio de Economía.
Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el ministro de Planificación de Brasil, Antonio Kandir, y el ministro de Finanzas de Bolivia, Fernando Candia, explicaron los enormes logros obtenidos por las economías latinoamericanas en la década del 90.
Kandir y Candia fueron portavoces del Mercosur y la Comunidad Andina, mientras Jaime Alatorre, presidente del Mexican Investment Board, habló en nombre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y Paul Robertson, ministro de Industria, Inversiones y Comercio de Jamaica, en nombre de la Caricom.
También estaban presentes los ministros de Economía de Perú, Jorge Camet, y de Cuba, Luis Rodríguez, y el de Industria y Comercio de Antigua y Barbuda, Hilroy Humphreys.
Los ministros alemanes de Relaciones Exteriores, Klaus Kinkel, de Economía, Günther Rexrodt, y de Cooperación Económica, Carl- Dieter Spranger, reiteraron su voluntad de contribuir a que industriales e inversionistas germanos participen activamente en la edificación de la nueva Latinoamérica.
Kinkel propuso la creación de un "Triángulo atlántico" formado por Europa y América del Norte y del Sur, un objetivo que debe basarse en la zona de libre comercio propuesta por el presidente estadounidense, Bill Clinton, para todo el continente americano.
La concepción del "regionalismo abierto" puesta en práctica en América Latina y el proceso de integración europea están llamados, según Kinkel, a imponer en el mundo una política liberal en el intercambio comercial y económico.
Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión de la Unión Europea, puso énfasis en la "nueva filosofía" que caracteriza las relaciones euro-latinoamericanas, unas relaciones "estratégicas" para Europa en el momento en que el mundo busca una redefinición de alianzas y bloques.
Las relaciones euro-latinoamericanas se han visto consolidadas por el hecho de que los países de ambas partes del Atlántico aceptan "el modelo de sociedad occidental con solidaridad, la democracia y la economía de mercado con un desarrollo sostenible", señaló.
Marín subayó que la UE es el segundo mayor inversor en América Latina después de EE.UU., pero también es el principal donante de ayuda al desarrollo. Europa otorga 60 por ciento de toda la asistencia extranjera a América Central.
Marín coincidió con muchos de los participantes al sostener que el verdadero enemigo del multilateralismo no es el regionalismo abierto sino el unilateralismo, la extraterritorialidad, la ley estadounidense llamada "Helms- Burton".
El ministro Rexrodt destacó que "a las palabras seguirán ahora los hechos", refiriéndose tácitamente a las observaciones latinoamericanas a la economía alemana por haber desperdiciado buenas oportunidades de participar activamente en la renovación del subcontinente.
La "Declaración de Colonia" de las asociaciones más importantes de la economía alemana, señala este viernes también que con "su positivo desarrollo económico, Latinoamérica forma parte definitivamente de las regiones de crecimiento en el mundo".
Luego insta a las empresas alemanas a "incrementar su presencia en América Latina", en vista de que han mejorado las condiciones marco para un paso de esta naturaleza, sobre todo en los procesos de privatización. Aquí se piensa principalmente en los sectores de energía, telecomunicaciones e infraestructura.
La declaración está firmada por las Cámaras de Comercio en el Extranjero (AHK), la Federación de la Industria Alemana (BDI), la Asociación Alemana de Industria y Comercio (DIHT) y la Asociación Iberoamericana (IAV).
La declaración destaca que el gobierno alemán continuará desempeñando un papel pionero en la liberalización de las relaciones económicas y que toda dilación en las negociaciones de la Unión Europea con zonas o países latinoamericanos – debido, por ejemplo, a cuestiones agrarias – va en detrimento de la economía germana.
Esta semana, coincidiendo con las Jornadas, el presidente de Perú, Alberto Fujimori, visitó Hamburgo, Bonn, Stuttgart y Colonia. Es el primer presidente de este país sudamericano que viene oficialmente a Alemania en los últimos 36 años.
Fujimori fue también el primer presidente latinoamericano que el miércoles, en Hamburgo, se pronunció en favor de que Alemania obtenga un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. (FIN/IPS/rc/jc/if-dv/96