El ministro argentino de Defensa, Jorge Domínguez, visitó hoy Brasil para discutir sobre la primera operación militar conjunta en más de 120 años y concertar posiciones internacionales en el plano militar.
El ministro entregó al presidente Fernando Henrique Cardoso una invitación para que esté presente el 18 de octubre en la clausura de las maniobras de entrenamiento conjunto que harán los ejércitos de ambos países en la provincia argentina de Corrientes.
Serán "ejercicios de paz", para un mayor intercambio de experiencia y cooperación, que involucrarán a 1.350 soldados de cada país, señaló Domínguez en entrevista que concedió a la prensa junto al vicecanciller brasileño Sebastiao do Rego Barros.
Un objetivo de la operación es preparar la actuación conjunta en futuras misiones de paz.
Desde la guerra contra Paraguay, entre 1865 y 1870, en que Brasil, Argentina y Uruguay eran aliados, las tropas de ambos países no se juntaban y las brasileñas no ingresaban en el territorio del país vecino.
Además, ambas naciones institucionalizarán un mecanismo de coordinación permanente en el área de defensa, previéndose dos reuniones al año, anunció Rego Barros.
Paraguay y Uruguay, los otros dos socios en el Mercosur, podrán adherir más tarde a esa estructura, dijo.
Domínguez dialogó, en su visita de un día a la capital brasileña, con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Benedito Leonel, y con autoridades de la cancillería y de la Secretaría de Asuntos Estratégicos.
La concertación de posiciones en la reunión de 34 ministros de Defensa o similares de las Américas, que tendrá lugar en Bariloche, Argentina, del 6 al 9 de octubre, fue otro tema de las conversaciones que mantuvo el ministro en Brasilia.
Domínguez y Rego Barros precisaron que ambos países rechazan un tratado de defensa hemisférica, que podría interesar a Estados Unidos. En Bariloche no se tratará de crear nuevos mecanismos continentales en ese plano, indicaron.
Argentina y Brasil defienden una ampliación del intercambio y la transparencia en las cuestiones del sector, como la venta de armas, para establecer una mayor confianza mutua, señalaron.
Coinciden también en mantener a las fuerzas armadas fuera del combate directo al narcotráfico y el crimen organizado, limitando su función a brindar apoyo logístico y de inteligencia.
Los dos países acordaron mantener sus presupuestos militares en su nivel actual, informó Rego Barros, aclarando que no se trata de una "congelación de gastos", porque pueden surgir necesidades y tareas, como misiones internacionales de paz y particpación en defensa del medio ambiente, "un nuevo papel".
En América no se registra "ninguna carrera armamentista", hay tranquilidad en ese aspecto, evaluó el diplomático brasileño.
Domínguez afirmó a su vez que el interés de Chile en comprar nuevos aviones de guerra no preocupa a su gobierno. Las relaciones bilaterales son "excelentes" y las mayores inversiones chilenas en el exterior están en Argentina, argumentó. (FIN/IPS/pp- mo/dg/ip/96