IRAQ: EE.UU. dio luz verde a Turquía para crear zona de seguridad

Estados Unidos dio hoy luz verde a Turquía para que establezca su propia zona de seguridad en la frontera con el norte kurdo de Iraq, a menos de 36 horas de haber tomado represalias contra Bagdad por su previa intervención en el conflicto entre facciones kurdas en aquel territorio.

"No hemos puesto ninguna objeción a la acción que Turquía ha anunciado", declaró este jueves el portavoz del Departamento de Estado, Glyn Davies, en medio de versiones de que aviones turcos habían bombardeado el territorio iraquí a lo largo de su frontera oriental, como preludio a una operación terrestre de internación.

Esos comentarios coincidieron con las evaluaciones que los más altos responsables estadounidenses continúan haciendo de los efectos producidos por los ataques balísticos lanzados por Washington el martes y miércoles contra objetivos militares iraquíes.

El gobierno estadounidense también decidió de forma unilateral la extensión de la zona de extensión establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1991, en el sur del territorio iraquí, del paralelo 32 al paralelo 33.

Ambas acciones de Washington fueron respuesta a la intervención del ejército iraquí, el sábado, en el escenario de la lucha entre dos facciones kurdas en el norte de Iraq, donde predomina la población kurda y donde también está establecida una zona de exclusión en favor de la seguridad de los kurdos.

Unos 40.000 soldados enviados por el presidente Saddam Hussein acudieron a la ciudad de Irbil, dentro de aquella zona, en respuesta a un pedido de auxilio del Partido Democrático del Kurdistán (KDP).

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, clamó victoria este miércoles, afirmando que "nuestra misión está cumplida" y agregando que la extensión de la zona de exclusión del sur supone un gran golpe de estrategia contra Saddam Hussein y sus posibilidades de lanzar su poder militar hacia el sur.

La misma opinión fue confirmada este jueves por altos funcionarios, sin perjuicio de algunos informes difundidos por la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) -cuyas fuerzas habían sido expulsadas de Irbil tras la intervención de Bagdad- afirmando que sus tropas atacaban a tanques iraquíes a unos 30 kilómetros de distancia.

"Los últimos informes de nuestros servicios de inteligencia indican que las tropas y los tanques de Saddam Hussein se están retirando de Irbil y de la frontera norte de Iraq", dijo este jueves de mañana el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Deutch, ante un comité del Senado.

Fuentes oficiales también informaron que en esta jornada no se había producido ninguna amenaza ante el sobrevuelo de los aviones de combate de Estados Unidos sobre la zona de exclusión ampliada en el sur del país.

No obstante, Davies admitió que Saddam Hussein aún podía causar grandes dolores de cabeza.

El portavoz señaló que el líder iraquí había conseguido introducir una "presencia militar masiva" en el norte de Iraq, por primera vez desde que Washington y los aliados occidentales obtuvieron el acuerdo de la ONU para convertir esa región en una zona de exclusión, después de la guerra del Golfo, en 1991.

"Esto le atribuye una nueva y preocupante capacidad para intimidar a los kurdos y a otras minorías en el norte. Continuaremos evaluando ese peligro", dijo Davies a la prensa.

Por cierto, algunos analistas entienden que este último enfrentamiento con Iraq no puede estar terminado todavía, por más que el gobierno de Clinton quiera pensarlo así.

Los informes de que continúa la lucha entre las tropas iraquíes y las fuerzas de la PUK movieron a dos miembros del Congreso, conocidos por su influencia en asuntos de política exterior, a sugerir que sea extremada la presión militar contra Saddam Hussein.

Entrevistado por Fox Morning News, el senador republicano Richard Lugar exhortó a renovar los ataques aéreos contra las instalaciones militares iraquíes, diciendo que "resulta claro que Saddam Hussein no ha sido amedrentado por nuestros ataques".

El demócrata Lee Hamilton, jefe del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, también dijo que "será necesario aplicar más fuerza".

Aunque esas declaraciones resulten preocupantes para funcionarios del gobierno, han sido estimuladas por el respaldo público a las medidas de Clinton, expresado por dos influyentes republicanos, el candidato presidencial Robert Dole y el ex jefe del estado mayor conjunto, el general retirado Colin Powell.

"Creo que fue la acción correcta", dijo Powell a los periodistas en la noche del miércoles.

Además, las últimas encuestas revelan un fuerte respaldo público a la actuación de Clinton. Dos tercios de los entrevistados por un sondeo de CBS-New York Times dijeron estar de acuerdo con los ataques con misiles.

La maniobra de Turquía, y el aparente respaldo de Washington, han concitado poca atención, pero subrayan el grado al cual los desórdenes en el norte de Iraq amenazan con atraer la intervención extranjera.

Turquía ha enviado sus tropas al norte de Iraq en busca de los guerrilleros del Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), desde 1991. A comienzos de 1995 despachó 35.000 soldados en una operación que duró varias semanas.

Algunos analistas creen que Saddam Hussein intervino en Irbil primariamente debido a una reciente incursión de unos 2.000 efectivos de la Guardia Revolucionaria Iraní, que según informaciones dejaron grandes cantidades de armas a la PUK.

Algunos en Bagdad consideraron la medida y el respaldo de Teherán a la PUK como un esfuerzo por ganar el control del oleoducto de Iraq hacia Turquía.

Por lo tanto, es significativo que autoridades turcas dijeran que el KDP invitó a Ankara a cruzar la frontera, del mismo modo en que había solicitado a Hussein que interviniera a su favor.

Washington, que ha conducido una política de "doble contención" contra Irán e Iraq, podría dar la bienvenida a la presencia turca, la cual podría controlar las ambiciones de los otros dos.

Davies dijo que Turquía informó a Washington que intenta establecer una zona de protección "muy angosta" a lo largo de la frontera de 200 kilómetros con Iraq, "para prevenir infiltraciones del PKK en Turquía".

El PKK es considerado por Ankara y Washington un grupo terrorista que opera, en parte, desde las bases que posee en el norte de Iraq e Irán.

Según Davies, Ankara también aseguró a Washington que "no se desplegarán tropas en Iraq y que la zona será temporaria". El portavoz negó que los planes de Ankara se asemejen "a la acción de Saddam Hussein. Ellos responden a la amenaza del terrorismo del PKK". (FIN/IPS/tra-en/jl/arl-lp/ip/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe