El rechazo de India del tratado de prohibición nuclear este mes representa un retroceso en una causa a la cual el propio país del sur de Asia dedicó buena parte de sus energías durante las últimas cuatro décadas.
Con su negativa, India no sólo restringió las condiciones posteriores a la guerra fría para favorecer la restricción nuclear. Además, comprometió su seguridad regional.
Nueva Delhi sostiene que está a favor de un mundo libre de armas, aunque arruinó la única medida de restricción nuclear que podría haber ingresado en la agenda mundial en un cuarto de siglo.
India, Libia y Bhután fueron los únicos opositores del Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT, según sus siglas en inglés), en la votación del 8 de septiembre en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La resolución sobre la prohibición fue respaldada por 158 de los 185 miembros del organismo internacional, con cinco abstenciones.
Pero el CTBT, que fue debatido en la Conferencia de Desarme de la ONU durante más de dos años y medio, no podrá entrar en vigor hasta que lo ratifiquen 44 países, entre ellos India.
La oposición de India al CTBT tendría sentido si propusiera una alternativa seria a lo que, según afirma, es una medida imperfecta y no ligada al desarme.
A la vez, Nueva Delhi está bajo presiones para expandir, profundizar e incluso probar la opción de las armas nucleares que posee desde mayo de 1974, cuando realizó una explosión atómica de prueba.
India declaró que se vio forzada a oponerse al tratado de prohibición debido a un intento de introducción de una cláusula de "Entrada en Vigor" que hace mandatoria la ratificación de los tres países potencialmente nucleares, India, Israel y Pakistán.
El ministro de Asuntos Exteriores, I.K. Gujral, ha dicho que India no podrá aceptar esta disposición sin precedentes, la cual viola la práctica de la negociación multilateral y la libertad de un país para dar o no su respaldo a una convención internacional.
No obstante, la principal razón para las objeciones de Nueva Delhi al CTBT es la creciente presión de las potencias nucleares, las cuales alegan que India debería procurar no sólo un "disuasivo mínimo" contra los vecinos China y Pakistán, sino una segunda generación de armas atómicas sofisticadas.
El rechazo del CTBT podría ayudar temporalmente a India a retrasar un tratado de bloqueo de material nuclear de fisión al que se opone.
Pero al oponerse al CTBT, India podría estar poniendo en peligro su propia seguridad. Su archienemigo Pakistán, del cual se sabe que tiene capacidad para la construcción de armas nucleares, ha declarado que no firmará el CTBT si India no lo hace.
Además, China podría utilizar la Cláusula de Entrada en Vigor para salir del tratado y reanudar las pruebas para refinar su arsenal nuclear.
Los negociadores indios en el CTBT citaron la amenaza de los misiles chinos y el respaldo de Beijing al programa nuclear clandestino de Pakistán.
Durante las negociaciones del CTBT en la Conferencia de Desarme celebrada en Ginebra, Nueva Delhi se opuso al tratado en base a dos principios.
Primero, el tratado no establece un cronograma vinculante para el desarme, y segundo no prohíbe las pruebas nucleares no explosivas realizadas mediante sofisticados métodos de simulación que permitirían a los estados nucleares continuar refinando sus arsenales, anulando así el propósito del tratado.
Pero India ignoró el hecho de que la versión actual del texto del CTBT considera el tratado como parte de "esfuerzos progresivos y sistemáticos para reducir mundialmente las armas nucleares" y contener "el desarrollo de mejoras cualitativas de las armas nucleares".
El CTBT no especifica el vínculo con el desarme controlado por un cronograma obligatorio. Pero India no insistió en este punto hasta el año pasado.
El argumento de India de que el CTBT no logrará su propósito a menos que prohíba las pruebas no nucleares desafió a la mayoría de los expertos nucleares, quienes afirman que la prohibición de las explosiones es suficiente para detener el desarrollo de las armas atómicas.
Las pruebas no explosivas brindan información útil para diseñadores de armas, pero no suficiente para desarrollar nuevas armas o mejorar sustancialmente las ya existentes.
La eficacia del CTBT puede ser medida en la oposición que enfrentó de las presiones conservadoras en Occidente, las cuales pretendían la anulación del tratado porque amenaza su monopolio nuclear. (FIN/IPS/tra-en/pb/mu/lp/ip/96