EUROPA: Bloque busca perfil propio en reforma de la OTAN

La Unión Europea intentará orientar la reforma de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para lograr autonomía de decisiones en esa alianza militar capitaneada por Estados Unidos.

El español Javier Solana, secretario general de la OTAN, cuya sede se encuentra en Bruselas, analizó la reforma este lunes en Madrid con gobernantes y parlamentarios.

Solana fue recibido por el rey Juan Carlos, por el jefe del gobierno, José María Aznar, y por los ministros Eduardo Serra, de Defensa, y Abel Matutes, de Asuntos Exteriores.

Además, compareció ante la Comisión de Defensa del Congreso de los diputados, presidida por el democristiano Javier Rupérez, miembro del gobernante Partido Popular.

Un primer problema que Solana tiene prácticamente resuelto consiste en la plena integración de España y Francia en la estructura militar de la OTAN.

Francia permanece al margen de esa estructura desde 1966 y se ha negado a someter su política nuclear a la consideración de sus socios de la OTAN. En cuanto a España, cuya incorporación a la Alianza Atlántica fue confirmada por referéndum en 1985, nunca ha formado parte del mando militar de la organización.

En teoría, Francia y España gozan de garantías de defensa de la OTAN, aunque sin poner sus cuarteles y soldados a las órdenes de los mandos militares aliados.

El mayor obstáculo para el ingreso de España en la estructura militar de la OTAN consiste en la reivindicación española de que el mando conjunto encargado de la seguridad del estrecho de Gibraltar se instale en su territorio.

Esa reivindicación es objetada por Gran Bretaña, que mantiene bajo su dominio el territorio de Gibraltar, reclamado por España. Además de la reticencia británica, España también deberá salvar resistencias de Portugal, siempre receloso de la fuerza militar de su vecino.

Mientras, el presidente de Francia, Jacques Chirac, no se opone a la reincorporación de su país a la estructura militar, aunque exige una reforma en profundidad de la OTAN que otorgue a la Unión Europea identidad en materia de defensa.

Chirac pretende que la prevista reforma de la organización faculte a la Unión Europea a decidir y ejecutar acciones sin la participación de los Estados Unidos.

Los gobiernos europeos todavía están resentidos por su falta de autonomía ante las guerras de la antigua Yugoeslavia, así como por la toma unilateral de decisiones de Estados Unidos en Medio Oriente.

Una Europa con personalidad militar propia y coordinada, aún dentro de la OTAN, dispondría de mayor autonomía, especialmente para actuar en su flanco meridional: el mar Mediterráneo.

El área del Mediterráneo es escenario presiones demográficas y sociales, de la violencia de los movimientos integristas y en general, de convulsiones provocadas por el subdesarrollo, y los gobiernos europeos pretenden mejorar la seguridad en la zona.

Aznar anunció este lunes que a más tardar en octubre pedirá formalmente al parlamento un pronunciamiento favorable a la integración de España en la estructura militar de la OTAN, que cuenta con el apoyo de una amplia mayoría de diputados.

Sólo la coalición Izquierda Unida (IU) anunció que se opondrá a esa medida, que considera ilegal.

La IU advirtió que la propuesta triunfante en el referéndum de 1985 confirmó la presencia de España en la OTAN aunque con expresa exclusión de la estructura militar y la negativa a facilitar bases a la alianza en territorio español.

Según el diputado Felipe Alcaraz, de la IU, España no debe fortalecer estructuras militares, como la OTAN, sino que su contribución a la paz y la defensa debe propiciar el desarme, abandonando la política de disuasión nuclear y ejerciendo una diplomacia preventiva.

Si todo transcurre como prevé el Gobierno español y Solana espera, al reunirse el 11 de diciembre el Consejo Atlántico, máximo organismo de la OTAN, la delegación española comunicará a sus aliados que acepta la plena integración. Algo similar se espera de Francia.

Con ese acuerdo en firme, la alianza procedería a iniciar los trámites para aceptar nuevos miembros, lo que se trataría en la Conferencia de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, prevista para abril de 1997.

Para entonces se espera haber vencido los recelos de Rusia, que resiste el proyecto de incorporación de países de Europa oriental a la OTAN. (FIN/IPS/td/ff/ip/96

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