Un peculiar conflicto entre un empresario, políticos, jueces y activistas en esta localidad de Estados Unidos tiene en vilo a millones de milenarios secoyas que podrían ser talados.
Una clara niebla cubre con frecuencia el gigante bosque de secoyas de 2.000 años que alberga al salmón coho, el pájaro murrelet jaspeado y cientos de especies más.
Este mes, los raros murrelet abandonaron sus nidos y se internaron en el mar para emigrar durante el invierno, pero no todo es tranquilidad en su hogar del noreste de California.
Grupos ambientalistas lanzaron una campaña contra el talado en Headwaters, bosque de 232.000 hectáreas donde se encuentra la mayor reserva de secoyas costeros del mundo, que pertenece a una empresa privada.
Estos árboles gigantescos que viven allí desde eras bíblicas son propiedad de Pacific Lumber, una compañía maderera de San Francisco de 127 años de antigüedad, subsidiaria de Maxxam Inc. Estas tierras fueron adquiridas por el principal de Maxxam, Charles Hurwitz, en un juicio hace más de diez años.
Desde entonces, se realizaron numerosas demandas judiciales que tienen por motivo frenar la tala en Headwaters.
"Protestamos por la escandalosa tala desarrollada por Pacific Lumber. Debemos salvar el ecosistema", dijo Tracy Katelman, activista de Trees Foundation, una coalición ambientalista.
Los grupos que la integran han presionado al gobierno, presentaron querellas judiciales y convocaron demostraciones públicas para frenar la tala del lugar, pues las especies que lo poblaban, aseguran, quedaron reducidos a cuatro por ciento de los 7,7 millones de hectáreas que cubrían hace un siglo.
La consigna "salven el bosque de Headwaters" se convirtió en el centro de una campaña que recibió el respaldo de ministros metodistas, rabinos judíos y monjes budistas.
La campaña también se opone a una práctica denominada "tala de salvataje", consistente en la remoción de árboles caídos o moribundos, lo cual es permitido a las empresas por las leyes ambientales.
Según estas normas, estos árboles representan un riesgo de incendio o una amenaza contra la salud del propio bosque, argumento que estudios recientes contradicen.
El plan de Maxxam de talar los secoyas no es, en términos técnicos, un "salvataje", pero los bosques que rodean a Headwaters ya comenzaron a ser cortados con el propósito de facilitar esa tarea.
El "salvataje" ha sido la excusa en todo el país para cortar árboles en el noroeste del estado de Washington, en el Parque Nacional Siskiyou en Oregon, el bosque Gila en Nuevo México y el noreste de Maine.
Hurwitz no se inmutó por ante avisos contra el talado de Headwaters a página entera publicados en The New York Times o las noticias negativas en los periódicos de California, pero dijo que estaba dispuesto a abandonar sus planes si recibía una compensación económica.
El empresario, mientras tanto, protagoniza una serie de disputas legales y enfrenta posibles responsabilidades frente al gobierno federal como resultado del rescate oficial a pequeños bancos quebrados en la década del 80.
Las negociaciones, actualmente a cargo de la senadora demócrata por California Dianne Feinstein, podrían permitir al gobierno hacerse cargo del bosque de secoyas a cambio del perdón de esa deuda, o de la entrega de una propiedad federal adecuada para talado a Maxxam.
"El gobierno federal ya pagó 1,6 millones de dólares para salvar los negocios de Hurwitz", cuestionó Jill Ratner, abogada de la Rose Foundation, de Oakland, quien rechazó esa última posibilidad.
Pacific Lumbers se aprestaba a talar en Headwaters hace un año, pero un juez local frenó las operaciones. La orden judicial expiró el día 15, pero un arreglo propiciado a último minuto por Feinstein suspendió la tala por otras dos semanas.
Pero los ambientalistas no le habrían dejado posibilidad de iniciar la tala. La entrada al bosque amaneció este lunes bloqueada por un auto al cual se encadenaron dos activistas. Otros tomaron medidas similares.
El día anterior, más de mil personas fueron arrestadas en una manifestación pacífica contra la tala en el poblado de Carlotta, entre ellos la popular cantante Bonnie Raitt, su padre, su hermano y su esposo. (FIN/IPS/tra-en/pc/yjc/mj/en/96