La mitad de los países del mundo todavía asignan más recursos a defensa que al área de salud, pese a que el gasto militar internacional se redujo 18 por ciento desde 1987, advirtió un instituto independiente estadounidense.
El gasto militar mundial sumó 700.000 millones de dólares en 1994 y 43 por ciento del total correspondió a Estados Unidos, según el informe de este año del World Military and Social Expenditures (WMSE).
Estados Unidos destinó a defensa en el año considerado unos 300.000 millones de dólares, seis veces más que la cantidad gastada en conjunto por China, Corea del Norte, Irán, Iraq, Libia y Rusia.
El presupuesto militar combinado de los 16 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), entre los que se cuenta Estados Unidos, fue de 369.000 millones de dólares en 1994, unas 10 veces el gasto de los países que integraban el desaparecido Pacto de Varsovia.
Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados destinaron a salud sumas mayores que a defensa, de acuerdo con el informe.
Con la excepción de Rusia, las naciones que mantienen un presupuesto militar superior al de salud pertenecen al Sur en desarrollo, y 15 países integrantes de ese grupo dedicaron en 1994 a defensa una cantidad mayor que a la salud y la educación sumadas.
Ruth Sivard, responsable del informe del WMSE, señaló que, desde su pico en 1987, el gasto mundial en defensa disminuyó cerca de 18 por ciento en dólares constantes.
Mientras, el gasto en armas como proporción del producto interno bruto del mundo se redujo tres por ciento en 1994.
Europa oriental y las repúblicas que conformaban la Unión Soviética encabezan el proceso de reducción del gasto en armas, pero el presupuesto militar creció cerca de 30 por ciento en los últimos ocho años en Asia oriental, según el WMSE.
El instituto destacó que el siglo XX registra un progreso social sin precedentes, pero también se caracterizó por guerras devastadoras. La expectativa de vida aumentó 18 años y en 1995, 80 por ciento de los niños del mundo estaban vacunados contra las principales enfermedades de prevención posible.
No obstante, la proporción de civiles muertos en la guerra se incrementó en alta medida. Casi 110 millones de personas murieron este siglo en 250 guerras, seis veces más que en siglo XIX.
Setenta y cuatro por ciento de las víctimas de los conflictos de este siglo, hasta los años 80, eran civiles no combatientes, frente a 50 por ciento 100 años antes.
La proporción de civiles muertos se incrementó a 90 por ciento en el caso de las guerras de Chechenia y Ruanda, de acuerdo con el informe.
Unos 1.300 millones de personas viven en la pobreza absoluta, y la expectativa de vida en el mundo en desarrollo es 14 años inferior al promedio de las naciones industrializaddas.
Las principales causas de muerte en los países en desarrollo se vinculan con la pobreza. Casi la mitad de los decesos en el Sur se deben a enfermedades contagiosas, como la tuberculosis y las infecciones respiratorias, frente a menos de 10 por ciento en las naciones industrializadas, advirtió el WSME.
Los 2.500 millones de dólares necesarios para fabricar un submarino nuclear estadounidense Seawolf serían suficientes para la vacunación de todos los niños del mundo y para proporcionar durante un año servicio de planificación familiar a 120 millones de mujeres.
El informe señala que el poder explosivo de las armas nucleares se redujo en los últimos años de 18.000 a 8.000 megatones, como consecuencia de los acuerdos de desarme.
No obstante, los arsenales nucleares todavía superan 727 veces el poder explosivo empleado en la segunda guerra mundial y en las guerras de Corea y de Vietnam que, en conjunto, costaron la vida a 44 millones de personas.
En cuanto a la venta de armas, cayó de 41.700 millones de dólares en 1987 a 10.800 millones en 1994, aunque cerca de 75 por ciento de las armas vendidas después de la guerra fría tuvieron de destino países pobres.
Así mismo, las armas exportadas del Norte al Sur tienen una capacidad letal sin precedentes, según el informe. (FIN/IPS/tra- en/jl/mk/ff/ip/96