SANTAFE DE Berno de Colombia interpretó hoy como un cambio de actitud de Estados Unidos la autorización del Congreso de ese país a la venta de helicópteros destinados a la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla.
"Hay una intención de cooperar" del gobierno estadounidense, dijo este jueves la ministra colombiana de Relaciones Exteriores, María Mejía, aunque no descartó que se produzcan sanciones económicas contra el país como resultado de la condena de Washington por su falta de colaboración en la lucha antidrogas.
El debate que precedió a la decisión estadounidense generó comentarios de congresistas que consideran a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como el "tercer cartel de la droga".
La caracterización coincide con el libro "El Cartel de las FARC", publicado en agosto por el Ministerio de Defensa, en el que el mayor Luis Villamarín señala "la creciente incidencia del narcotráfico" en las actividades de la mayor y más antigua organización guerrillera de Colombia.
Villamarín se basa para su señalamiento en documentos incautados en operativos realizados contra jefes del narcotraficante Cartel de Cali.
Pero la decisión est sobre el adjetivo "narcoguerrilla".
Según la no gubernamental Oficina de Asuntos Latinoamericanos en Washington (WOLA por su nombre en inglés) "exagera la naturaleza del vínculo entre narcotraficantes e insurgentes". (FIN/IPS/yf/ag/ip/96
