BURUNDI: Economía y servicios se hunden bajo peso de bloqueo

La economía y los servicios sociales de Burundi, un país asolado por la guerra civil, se hunden bajo el peso de las sanciones dispuestas por las naciones de Africa central y oriental en respuesta al golpe de Estado del 25 de julio.

El primer ministro Pascal Firmin Ndimira solicitó la semana última el levantamiento del bloqueo, para evitar la "desintegración" del país.

"El bloqueo acordado por los países de la región limita las posibilidades de lograr la paz, la reconociliación y la recuperación social" de Burundi, se advirtió en un comunicado de la oficina del primer ministro.

Ndimira invitó a los gobernantes de la región "a hacerse cargo de sus responsabilidades y levantar el embargo sin demora".

La economía de Burundi, un país mediterráneo y dependiente en gran medida de la exportación de té y café, fue golpeada duramente por el bloqueo, que afecta la importación de combustibles y cierra las rutas utilzadas por el país para su comercio exterior.

Ndimira calculó las pérdidas en 127 millones de dólares, una cantidad equivalente a la octava parte del producto interno bruto del país.

Las cosechas destinadas a la alimentación se reducirán 30 por ciento este año, la producción industrial caerá en igual medida y las exportaciones agrícolas disminuirán 10 por ciento, de acuerdo con previsiones oficiales.

Las pérdidas del sector agrícola tendrán fuerte impacto en las ya precarias condiciones de vida y de seguridad alimentaria, señalaron fuentes oficiales e independientes.

Según agencias humanitarias destacadas en Burundi, enfermedades normalmente controlables mediante vacunación pueden dar lugar a epidemias si no se eliminan rápidamente las sanciones. El bloqueo ya ha provocado una crisis en los centros de salud, que no pueden adquirir medicamentos ni instrumentos.

Una enviada de la Radio y Televisión Flamenca de Bélgica (RTBF) advirtió tras visitar Burundi que "el mundo ignora los hechos terribles que ocurren" en ese país.

"No hay oxígeno en los hospitales de Bujumbura desde hace dos semanas, y todas las operaciones debieron suspenderse, dijo a IPS en Kigali, la capital de Ruanda, la representante de RTBF.

Luego de imponer un bloqueo total, las naciones vecinas permitieron el ingreso en Burundi de semillas, pesticidas, ayuda humanitaria y combustible para las organizaciones de ayuda. Pero el alivio fue escaso.

Por ejemplo, Burundi no importa oxígeno, pues dispone de una fábrica para su suministro. La escasez de combustible obligó a clausurar la factoría, así como otras unidades industriales.

El gobierno impuso el racionamiento de gasolina. Sólo se entregan 20 litros por vehículo y por mes, y la medida restringió el transporte de medicamentos, alimentos y personas.

"Aún para las agencias de ayuda, tomará al menos dos meses superar los problemas provocados por el periodo inicial de embargo total. Además, los problemas de seguridad impiden a esos grupos llegar a todo el país", indicó la periodista de RTBF.

También resultó afectado el sistema de educación. Un diplomático burundiano aseguró a IPS que "una gran cantidad de estudiantes debieron abandonar los centros de enseñanza por la falta de equipamiento escolar y del combustible necesario para varios servicios".

Los gobiernos de Africa central y oriental impusieron el bloqueo para obligar al presidente de facto, mayor retirado Pierre Buyoya, a levantar la proscripción de partidos políticos, restaurar la asamblea legislativa y abrir un diálogo sin condiciones con todas las partes involucradas en la crisis.

Buyoya dejó sin efecto la proscripción de los partidos y rehabilitó el parlamento, aunque se niega a negociar con los rebeldes hutus hasta que éstos renuncien a la "ideología genocida" que el régimen les atribuye.

La principal organización insurgente hutu, las Fuerzas de Defensa de la Democracia, tampoco acepta negociar con el gobierno de Buyoya.

El bloqueo fue confirmado la semana última en Kigali por el llamado Comité Regional Coordinador de las Sanciones, conformado por representantes de Ruanda, Uganda, Kenia, Etiopía, Tanzania, Zambia y del secretariado de la Organización de Unidad Africana.

"La principal condición" para la supresión del embargo "consiste en las negociaciones inmediatas e incondicionales entre todos los grupos", comunicó el Comité.

La etnia hutu es mayoritaria en Burundi, al igual que en Ruanda, pero su ejército está controlado por los tutsis. (FIN/IPS/tra-en/jbk/kb/ff/ip/96

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