Representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunieron hoy en la capital de Argentina con parlamentarios oficialistas, en vísperas de la eventual aprobación de un polémico ajuste fiscal.
En una cita sin precedentes, técnicos del organismo multilateral se reunieron con legisladores del gobernante Partido Justicialista dos días después del respaldo del director gerente del FMI, Michel Camdessus, al programa de ajuste gubernamental y a sólo un día de su aprobación en la Cámara de Diputados.
Parlamentarios opositores que no comparten las medidas y votarán en contra no fueron invitados a la reunión, en la que participaron al menos cinco diputados oficialismo.
El paquete de medidas fue anunciado por el ministro de Economía, Roque Fernández, hace casi un mes con el objetivo de reducir el déficit fiscal, estimado para 1996 en 6.600 millones de dólares. Pero recibió las críticas de sindicalistas, grupos de empresarios, y de la oposición en pleno.
Las medidas incluian el aumento de hasta 48 por ciento del impuesto a los combustibles y el compromiso de no repartir esa diferencia con las provincias como manda la ley.
También se preveía extender el impuesto al valor agregado a actividades exentas, como transporte, educación y televisión por cable, y las entradas de cine, teatro y fútbol.
Los propios representantes del oficialismo estaban divididos ante las propuestas, un fenómeno que decidió al presidente Carlos Menem a convocar a una reunión de parlamentarios, gobernadores y dirigentes justicialistas el jueves último, para convencerlos de la necesidad de acompañar el ajuste.
Informes de consultoras financieras internacionales y representantes de organismos multilaterales de crédito habían manifestado temor ante la aparente rebeldía de los legisladores del oficialismo, que obstaculizaban los proyectos gubernamentales en el parlamento pese a la mayoría de que dispone.
Los gobernadores reclamaron que, a cambio de resignar el aumento del impuesto a los combustibles, se eleve de 0,5 a uno por ciento la alícuota del impuesto a los bienes personales -impuesto a la riqueza-, pero la iniciativa fue tan resistida por empresarios y legisladores que debió ser retirada.
En lugar de aumentar esa alícuota, el Grupo de los Ocho, como se autodenomina en Argentina un conglomerado de grandes empresarios de la industria, el comercio, la construcción, la banca y la agricultura, propuso incrementar tres puntos el impuesto a las ganancias, de 30 a 33 por ciento.
En cuanto a las actividades exentas, continuarán sin aportar al impuesto al valor agregado las instituciones educativas, que hicieron manifestaciones de repudio a la iniciativa, la televisión por cable, la publicidad y las entradas a espectáculos y el transporte público.
Con estas modificaciones, el oficialismo, que cuenta con mayoría en ambas cámaras, anticipó que aprobará el proyecto este miércoles en diputados. Los senadores tomarán luego el proyecto con media sanción y debrán aprobarlo en forma definitiva en octubre.
"Si tenemos que aprobar un ajuste y votar impuestos, al menos que sean impuestos que nos sirvan para recaudar y que no generen malestar en la gente", admitió este miércoles el diputado justicialista Humberto Roggero.
Con la aprobación en la Cámara de Diputados, el Ministerio de Economía estará en condiciones de elevar una carta de intención al FMI esta misma semana, en la que promete que el año cerrará con un desequilibrio fiscal de 5.000 millones de dólares y habrá un crecimiento de tres por ciento en el producto interno bruto.
Camdessus, quien este domingo llegó en forma imprevista a Buenos Aires y se reunió con Menem y Fernández, respaldó el rumbo económico y el ajuste fiscal, insistió en la necesidad de flexibilizar las normas de contratación laboral y prometió firmar la carta de intención el próximo fin de semana. (FIN/IPS/mv/ag/if/96
