El gobierno de Italia calificó hoy como un triunfo de su política económica haber bajado la inflación a cero en agosto y a un nivel anual de 3,3 por ciento, la más baja en los últimos 27 años.
De acuerdo a un estudio realizado por el estatal Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) sobre el aumento de los precios en seis ciudades representativas del país -Milán, Génova, Venecia, Turín, Trieste y Palermo-, la inflación será este mes de cero o al máximo de 0,1 por ciento.
El estudio precede el informe oficial sobre la inflación que a inicios de cada mes emite el Istat. Los datos representan una fuerte disminución si se tiene en cuenta que la inflación anual hace un año alcanzaba a 5,8 por ciento.
El ministro del Tesoro, Carlo Azeglio Ciampi, aseguró que la disminución de la inflación no constituye un peligro de recesión, como afirmaron la Confindustria y la Confcomercio, organizaciones que representan respectivamente a los industriales y a los comerciantes.
Según las dos asociaciones empresariales, los datos de la inflación de agosto son la enésima confirmación de la gravedad de la actual crisis productiva.
El ministro de Industria, Pierluigi Bersani, sostuvo que el objetivo del gobierno es bajar aún más la inflación para llegar a 3,0 por ciento a fines de año y a 2,5 por ciento el próximo.
Las confederaciones sindicales calificaron por su parte de positiva la reducción de la inflación, pero al mismo tiempo expresaron su temor de que no sea producto de una baja de precios y tarifas, sino de una reducción de los consumos de las familias.
Respecto del peligro de recesión, Sergio Cofferati, secretario de la Confederación General Italiana de Trabajadores (CGIL), la mayor de las tres centrales sindicales, subrayó que "existen espacios y condiciones políticas para remediarlo".
Una inflación baja es uno de los requisitos establecidos en Maastricht, Holanda, en 1991, para poder formar parte de la Unión Económica Monetaria (UEM), que establecerá a partir de 1999 la moneda única, el Euro.
El Tratado de Maastricht establece que el criterio es "satisfactorio" si "los Estados miembros tienen una inflación que no supere en más de 1,5 puntos porcentuales la de los tres Estados miembros que hayan conseguido los mejores resultados en estabilidad de los precios".
Los tres países que tienen la inflación más baja son Bélgica, 1,2, y Alemania y Finlandia 1,8 por ciento.
El gobierno de centro izquierda, que dirige el primer ministro Romano Prodi, se propone colocar a Italia en condiciones de integrarse a la unión monetaria desde su comienzo.
Para ello, debe bajar el déficit fiscal de 6,0 a 3,0 por ciento del producto interno bruto (PIB) y la deuda pública del 121,4 al 60 por ciento del PIB. (FIN/IPS/jp/jc/if/96
