La empresa estatal brasileña Petrobrás financiará la construcción del gasoducto en Bolivia para asegurar que en 1998 Brasil empiece a importar el gas natural del país vecino.
El canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, dijo que serán 400 millones de dólares, la mayor parte en forma de adelanto por la compra del gas y 120 millones como aporte de capital al consorcio que explotará el gasoducto en el lado boliviano, en que Petrobrás participará con nueve por ciento del capital.
El presidente Fernando Henrique Cardoso inaugurará el gasoducto antes de concluir su mandato en 1998, aseguraron Lampreia y su homólogo boliviano, Antonio Aranibar, quien visitó Brasilia este lunes, junto al ministro de Desarrollo Económico, Jaime Villalobos.
Los ministros explicaron que los 400 millones de dólares se destinarán al gasoducto en Bolivia, donde tendrá 540 kilómetros de extensión, y a la exploración de yacimientos de gas.
El gaseoducto se extenderá a siete estados brasileños, sumando 3.061 kilómetros y un costo total de 1.800 millones de dólares, de los cuales 1.400 millones en Brasil.
El contrato para suministro de ocho millones de metros cúbicos diarios a partir de 1998, ampliándose gradualmente al doble de ese volumen, pasa así a la fase de ejecución. Pronto Petrobrás deberá convocar una licitación internacional para la compra de las tuberías del gaseoducto.
Pero aún queda por definir la financiación internacional, por parte del Banco Mundial y del Interamericano de Desarrollo (BID).
Brasil tiene interés también en importar gas natural desde Argentina y para eso se piensa construir a mediano plazo otro gasoducto desde los yacimientos argentinos de la provincia de Salta, afirmó el canciller Lampreia.
El gas natural tiene una participación muy pequeña en la matriz energética brasileña, de sólo dos por ciento. Por eso, y por tratarse de un combustible barato y limpio, tiene perspectivas de fuerte incremento en el consumo nacional, concluyó el canciller. (FIN/IPS/mo/ag/if-en/96
