Delegados de organizaciones no gubernamentales (ONG) de América Latina, que asistirán a partir de este martes en esta capital al Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Niños, expresaron reservas sobre su eficacia por la ausencia de altos representantes gubernamentales.
América Latina es, después de Asia, el continente que más sufre el sometimiento de menores a redes de proxenetismo, el denominado "turismo sexual" y la pornografía infantil, según expertos que participarán en la reunión.
Los activistas sostuvieron que el patrocinio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el gobierno de Suecia no fueron suficientes para que varios gobiernos de la región enviaran a la conferencia más que miembros de las delegaciones diplomáticas apostadas en Estocolmo.
Los países, las agencias de las Naciones Unidas y numerosas ONG se comprometerán, de acuerdo con el borrador de declaración y programa de acción del Congreso ya difundido, a "establecer una asociación global contra la explotación sexual comercial de los niños".
"Si no están todos los gobiernos, no sé que validez puede tener el documento", que se discutirá en Estocolmo hasta el sábado 31, dijo a IPS Norma Bruma, de la filial en Costa Rica de la organización Defensa del Niño Internacional.
A pesar de la escasa jerarquía de las delegaciones oficiales latinoamericanas, los activistas consultados recordaron que altos funcionarios de las áreas de la salud, la infancia y la familia participaron en abril junto a ONG en la instancia preparatoria del Congreso, celebrada en Brasilia.
Algunos representantes de ONG llegaron a considerar que algunos gobiernos carecen de sensibilidad para atacar una situación sufrida por millones de niños y niñas en todo el mundo.
"Al gobierno no le importa. Nos escuchan, se ponen de acuerdo con nosotros, pero no aportan fondos para acabar con esto. Ni siquiera promueven la aprobación de leyes ya concertadas", sostuvo Danilo Medrano, de la Asociación Tesis, de Nicaragua.
La convocatoria del Congreso surgió por iniciativa de la ONG Acabar con la Prostitución Infantil en el Turismo Asiático (Ecpat), que logró luego el auspicio de UNICEF y el gobierno de Suecia.
A la reunión de Estocolmo asistitrán delegaciones oficiales de 112 gobiernos, altos funcionarios de una docena de agencias de Naciones Unidas y varias ONG de un centenar de países.
Los gobiernos latinoamericanos que habían confirmado este lunes su presencia en Estocolmo eran Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Gobiernos y ONG participaron en abril en la elaboración de la Carta de Brasilia, plan de acción que constituye el aporte de la región al Congreso.
Sin embargo, la escasa presencia en la capital sueca de funcionarios de nivel ministerial o a cargo de instituciones específicas para la atención de los niños y las familias sembró escepticismo entre los activistas.
Además, representantes de grupos de acción social de América Latina ponen en duda el énfasis puesto por asociaciones similares en el mundo industrializado, como la propia Ecpat, a la situación en los países en desarrollo.
La liberación de dos niñas secuestradas por un pedófilo en Bruselas, el hallazgo sin vida de otras dos en el domicilio del abusador y la búsqueda de otras dos menores belgas presuntamente en manos de una red de pornografía infantil en la República Checa ubicó el problema en el corazón mismo de la Unión Europea.
En ese mismo sentido, la policía de Nueva York estima que unos 20.000 niños y adolescentes de la ciudad más poblada de Estados Unidos están dispuestos a mantener relaciones sexuales a cambio de alimento y refugio.
La propia reina Silvia de Suecia reclamó al parlamento de su país la aprobación de una ley que considere delito la posesión de material pornográfico en el que participen niños y niñas, aún los producidos fuera de territorio sueco. (FIN/IPS/mj/ag/ip-pr/96
