El ex comandante de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), general Gustavo Leigh, uno de los cabecillas del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, fue conectado hoy a un respirador mecánico afectado por severas dolencias.
En tanto, continúan hospitalizados en grave estado de salud los otros dos mandos uniformados que acompañaron en el golpe de 1973 al ex dictador Augusto Pinochet: el almirante José Toribio Merino y el general de la policía de Carabineros César Mendoza.
A sus 80 años, el general Pinochet no sólo es el único de los cuatro jefes golpistas de hace 23 años que goza de buena salud, sino que es también el único que continúa en servicio activo como comandante del Ejército.
Leigh, el primer disidente de la Junta Militar de Gobierno, obligado por Pinochet a dejar el mando de la FACH y pasar a retiro en julio de 1978, sufre de una severa neumonía bilateral complicada por una arritmia super ventricular.
El ex jefe de la Aviación se hizo conocido por su oposición a la política económica neoliberal impuesta por la dictadura y su infructuoso rechazo a la progresiva concentración del poder en la persona de Pinochet.
Leigh, de 75 años, sufrió el 21 de marzo de 1990 un atentado en que un comando del insurgente Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) le disparó a quemarropa causándole cinco heridas, una de las cuales le significó la pérdida de un ojo.
Merino, quien al igual que Pinochet tiene 80 años, está reinternado desde mediados de julio en el Hospital "Almirante Neff" de Viña del Mar, 130 kilómetros al oeste de Santiago, al agravarse un cáncer linfático.
El ex jefe de la Armada, que se acogió a retiro en febrero de 1990, continúa bajo cuidados intensivos y "no ha presentado variables significativas en su estado de salud", señaló un comunicado del hospital este lunes.
Mendoza, internado a su vez en el Hospital de Carabineros de Santiago, sigue en la unidad de cuidados intensivos, afectado por un cáncer al páncreas.
El ex jefe de la policía militarizada está bajo régimen de ventilación mecánica, presenta altos estados febriles y los médicos deben controlarle regularmente episodios hemorrágicos, indicó el parte médico de este lunes.
Mendoza dejó la comandancia de Carabineros en agosto de 1985 a raíz del "caso degollados", cuando el juez José Cánovas estableció que el secuestro y asesinato de tres militantes comunistas, en marzo del mismo año, fue obra de una asociación ilícita de 16 policías. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/96
