La Guerra Fría fue declarada oficialmente concluída pero los países en desarrollo siguen siendo el campo de batalla preferido de los competitivos traficantes de armas, indicó un nuevo informe del Congreso de Estados Unidos.
"A pesar de los cambios globales desde la finalización de la Guerra Fría, el mundo en desarrollo sigue siendo el centro de las ventas de armas por parte de proveedores convencionales de material bélico", apuntó el informe del Servicio de Investigación del Congreso, que acaba de aparecer.
Solo en 1995, las entregas de armas a esos países sumaron más del 76 por ciento de las ventas mundiales estimadas en 140.500 millones de dolares, según "Transferencias de armas convencionales a países en desarrollo, 1988-1995".
Sin embargo, los acuerdos sobre transferencias de armas a naciones en desarrollo, que representan nuevas órdenes para futuras entregas, están declinando. El año pasado, esas órdenes futuras cayeron el 53,4 por ciento de todos esos convenios a nivel mundial
Entre 1992 y 1995, la cifra para los países en desarrollo promedió el 63,4 por ciento del total global, y entre 1988 y 1991, 75,3 por ciento.
El valor de todos los acuerdos de transferencias de armas a escala mundial, de estados ricos y pobres, fue de 140.500 millones de dólares en el período 1992-1995, una reducción de casi el 35 por ciento respecto al total entre 1988 y 1991 de 216.000 millones.
La declinación representa una baja en relación a los años de auge que marcaron el fin de la Guerra Fría y el rearme posterior a la Guerra del Golfo (1991).
Las cifras tambien reflejan un desplazamiento en la adqquisición de material militar importante, como cazas supersónicos de combate, a pertrechos menos costosos como helicópteros o carros blindados.
Los países en desarrollo que debieron afrontar escasez de recursos debieron optar por dejar de lado pertrechos altamente sofisticados "por otros menos costosos y más útiles sobre el terreno", dijo William Hartung, miembro del Instituto de Política Mundial de la Nueva Escuela de Investigación Social de Nueva York.
Los cazabombarderos supersónicos, por ejemplo, son útiles para "guerras intensivas", observó Hartung. Vehículos blindados y helicópteros son más aptos "para sofocar conflictos internos y étnicos" como aquellos recientes de Ruanda y Burundi.
Entre 1988 y 1995, Estados Unidos estuvo a la cabeza de todos los proveedores de los países en desarrollo en el valor de los acuerdos de transferencias de armas. Rusia fue segunda seguida por Gran Bretaña, Francia y China.
Despues que comenzó a caer en 1992, Rusia emergió el año pasado como uno de mayores vendedores a clientes de naciones en desarrollo, porque obtuvo 9.100 millones de dólares en nuevas órdenes o sea el 31,6 por ciento del total mundial.
Colectivamente, Estados Unidos, Francia y Rusia acapararon en 1995 el 79,2 por ciento de todos los acuerdos de transferencias de armas con países en desarrollo.
Los 11 principales proveedores a naciones en desarrollo en 1995, en términos de entregas actuales, fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, Alemania, Israel, China, Belarus, Ucrania, Sudáfrica y Holanda.
¿Cuáles son los principales clientes? "Solo Arabia Saudita fue responsable por casi el 30 por ciento de todos los acuerdos de transferencias de armas al mundo en desarrollo" entre 1988 y 1995, señaló el informe.
Sin embargo, el año pasado China figuró primera entre los compradores y concretó 4.400 millones de dólares en nuevas órdenes. Arabia Saudita se ubicó segunda con 2.100 millones. Junto con Egipto, Arabia Saudita ha decidido "reducir las compras de armas en el período posterior a la Guerra del Golfo", añadió.
No obstante, los acuerdos de transferencias reflejan futuras entregas. Entre 1988 y 1995, tanto Arabia Saudita como Egipto incrementaron el valor de las armas entregadas actualmente. "Ambos naciones han estado estrechamente asociadas a Estados Unidos", observó el informe.
China es al mismo tiempo principal comprador y vendedor. El informe atribuyó a Beijing crecientes importaciones por su carrera armamentista con Taiwan. Ambos efectuaron "grandes compras de aviones de combate" desde 1992.
Entre 1988 y 1995, Arabia Saudita y Afganistan tomaron posesión del 28,1 y el 5,8 por ciento, respectivamente, de todas las entregas de armas, lo cual los convirtió en los principales importadores de material militar del mundo en desarrollo.
Las cifras sobre Afganistan "reflejan la magnitud de la asistencia militar rusa durante la guerra civil en ese país", apuntó el informe.
Ocho de los 10 principales países en desarrollo que recibieron armas registraron disminuciones en el valor de sus entregas de pertrechos entre 1988-1991 a 1992-1995. La mayoría "fueron clientes tradicionales de Rusia y la ex Unión Soviética", según el informe.
Esas naciones, incluyendo Iraq, que tuvo una reducción de sus entregas de armas de 11.100 millones de dólares a cero, y Vietnam, Angola, Afganistan, India, Siria, Iran y Cuba, cuyas importacioens cayeron de 4.700 millones de dólares a 200 millones.
De todas maneras, las entregas de armas a los 10 principales importadores significó el 77 por ciento de todas las consignaciones a los países en desarrollo en 1995. Cinco de los 10 fueron naciones asiáticas, a pesar que la región esta segunda despues de Medio Oriente en el valor de las entregas de armas.
América Latina y Africa figuran terceras y las últimas, respectivamente, entre los países en desarrollo.
Otros importadores "significativos" en 1995 fueron Egipto, que recibió pertrechos por valor de 1.900 millones de dólares, Taiwan, con 1.200 millones, Corea del Sur, con 1.100 millones y Kuwait con 1.000 millones.
Entre los tipos de armas que se comerciaron entre 1988 y 1995, las más vendidas fueron los tanques y los cañones autopropulsados, vehículos blindados, helicópteros y mísiles antinave. La categoría de pertrechos que declinó incluyó a los cazas supersónicos y subsónicos, así como los mísiles tierra-aire.
El Servicio de Investigación del Congreso admitió que había excluído en el informe las cifras referidas a las ventas comerciales de armas estadounidenses, aduciendo que las cantidades estaban in completas.
También sostuvo que el programa estadounidense de venta de armas al exterior "abarcó la mayor parte de los acuerdos de transferencias y entregas de armas convencionales".
Además, el informe se limitó a los pertrechos más importantes y no tuvo en cuenta fusiles ni otras armas automáticas ligeras, como tampoco vehículos militares livianos que en su mayoría son comerciados en el mercado negro o bajo operaciones encubiertas.
No obstante, evidencias anecdóticas sugieren que el tráfico de esos pertrechos "es dinámico y probablemente está en aumento", dijo Hartung, que es autor de un libro titulado "Armas para todos". En los ultimos años, el mercado aumentó por la inclusión de excedentes que antes estuvieron en posesión de la OTAN y los países del desaparercido Pacto de Varsovia, así como aquellas armas que quedaron despues de la guerra de Afganistan (1979-1992). (FIN/IPS/tra-en/aa/pz/ego/ego).
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