El presidente ruso Boris Yeltsin hizo un llamado a la reconciliación nacional y sugirió que podría haber un lugar en el nuevo gobierno para algunos de sus opositores, tras recibir hoy la confirmación de su victoria electoral.
"No dividamos nuestro país en vencedores y vencidos", dijo Yeltsin en cadena nacional de televisión, donde reconoció además el gran apoyo que recibió el comunista Gennady Zyuganov en los comicios de este miércoles.
Con más de 99 por ciento de los votos escrutados, Yeltsin tenía 53,70 por ciento de los sufragios y Zyuganov 40,41 por ciento, de acuerdo con cifras comunicadas por la Comisión Central Electoral a la agencia de noticias Itar-Tass.
"Estoy seguro de que en el nuevo gobierno habrá un lugar para todos aquellos en los que ustedes confían. Juntos reviviremos a Rusia", dijo el mandatario a su pueblo.
Yeltsin no puede rechazar totalmente la contribución de los comunistas, cualquiera sea su forma, ya que obtuvieron dos quintos de los votos y cuentan con un gran apoyo popular, lo cual es un logro importante para un partido que hace cinco años parecía acabado.
La Duma o cámara baja del parlamento, dominada por los comunistas, también adoptó este jueves una postura conciliatoria. Su presidente, Gennady Seleznyov, llegó a expresar su voluntad de que el primer ministro Viktor Chernomyrdin sea reconfirmado en su cargo luego de la investidura de Yeltsin, en agosto.
En respuesta, Chernomyrdin dijo a Tass que "el gobierno y la Duma, electos por el pueblo, deberían cumplir sus funciones interactuando estrechamente si es necesario".
Mientras, el reformista Grigory Yavlinsky, quien salió en cuarto lugar en la primera ronda del 16 de junio, opinó que el resultado "influirá en forma determinante sobre la situación de la Duma" y que podrían producirse cambios en su liderazgo.
"Es posible que el resultado electoral logre un mayor equilibrio de las fuerzas representadas en la cámara baja, lo cual facilitará la cooperación con el presidente", agregó.
Mientras Zyuganov revisaba el desempeño de su partido y decidía las medidas a tomar, Yavlinsky señalaba que los miembros de su grupo Yabloko, partidario del libre mercado, están listos para integrar el nuevo gobierno "en cualquier cargo" si su política los satisface.
"La posibilidad de cooperación de Yabloko se relaciona con la línea del gobierno y no con su composición", dijo Yavlinsky a Tass. Para contar con nuestro apoyo "la nueva administración tendría que seguir una línea reformista y proteger los derechos humanos", añadió.
Sin embargo, el apoyo que brindó Yavlinski a Yeltsin al exhortar a sus seguidores a no votar al Partido Comunista no necesariamente le garantizará un alto cargo en el próximo gabinete.
El principal asesor presidencial, Viktor Ilyushin, informó a Tass que este jueves se discutieron nuevas medidas en una reunión con el presidente, y que podría haber "algunos cambios estructurales" en la administración, con selección de "profesionales".
Tras conocerse los resultados de la elección, Chernomyrdin rápidamente intentó reafirmar su autoridad frente al general retirado Alexander Lebed, quien figuró en tercer lugar el pasado 16 de junio y se volcó a favor de Yeltsin luego de que éste lo designara jefe del Consejo de Seguridad.
Lebed, una figura sumamente popular entre tradicionalistas y conservadores, fue decisivo para la victoria de Yeltsin, ya que le quitó votos a Zyuganov en la primera ronda e hizo que sus seguidores apoyaran al mandatario en la segunda vuelta.
No obstante, Chernomyrdin frustró este jueves las ambiciones de Lebed de transformarse en vicepresidente, subrayando que la vicepresidencia sólo podría ser introducida en Rusia mediante una reforma constitucional, y aun así el candidato debería ser votado en elecciones nacionales.
El presidente estadounidense Bill Clinton congratuló a Rusia por el "triunfo de la democracia", y el canciller alemán Helmut Kohl, amigo personal de Yeltsin, le telefoneó para expresarle sus felicitaciones. (FIN/IPS/tra-en/ss/rj/ml/ip/96
