PALESTINA: Tres zonas industriales aliviarán el desempleo

Las obras para instalar tres parques industriales en Cisjordania y Gaza están por comenzar tras largos retrasos y se espera los miles de puestos de trabajo generados aplaquen el desempleo en Palestina.

Aunque se implementan con lentitud, las zonas industriales fueron concebidas en 1994 en una conferencia económica celebrada en Casablanca, Marruecos, para facilitar el despegue de la economía palestina, devastada por años de ocupación y clausura por parte de Israel.

Las tres zonas, una en la franja de Gaza y dos en Cisjordania, son las primeras de un plan de nueve. Se prevé que todas contarán con ayuda del Banco Mundial y de países extranjeros y generarán más de 55.000 empleos directos y 85.000 indirectos.

Los técnicos encargados de los proyectos ya han comenzado a trabajar, a pesar de las restricciones israelíes a los movimientos de personas y mercaderías entre las zonas de autogobierno palestino y el exterior, especialmente después de los atentados con "bombas suicida" a principios de año.

"Si no hay problemas políticos, pronto comenzaremos el trabajo concreto", pronosticó Nafith Assaf, director de la compañía encargada de la puesta en marcha de la zona industrial en Jenin, Cisjordania.

"Esperamos que todo siga tranquilo, así podremos mantener el cronograma", agregó Assaf.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Estados Unidos han puesto fuerte énfasis en las zonas industriales desde el triunfo electoral del actual primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, el 29 de mayo.

"El concepto de zonas industriales es altamente prioritario para la generación de empleos. Los palestinos, Estados Unidos, Israel y otros países estamos trabajando en ese sentido", dijo un diplomático estadounidense en Jerusalén.

Los analistas pronostican que el gobierno derechista de Israel será flexible. Netanyahu, defensor del libre mercado, ya ha mostrado interés en mejorar la economía palestina y anunció recientemente el próximo aflojamiento del cierre de la "línea verde".

La única preocupación es la inmovilidad de movimientos del lado israelí que se observa desde que se produjo el cambio de gobierno.

Los palestinos dependen de Israel para el suministro de electricidad, agua, saneamiento de aguas fecales y líneas telefónicas para la instalación de la infraestructura que debe estar pronta antes de que las empresas privadas lleguen allí a concretar sus inversiones.

Fuentes israelíes dijeron que el retraso no significa que se hayan suspendido los proyectos. "Estamos en un período de transición y habrá más contactos en el futuro", afirmó Tzipora Rimon, funcionaria de la Cancillería de Israel.

A pesar de los retrasos, los palestinos tienen la intención de seguir adelante.

Motivados tanto por el sentimiento nacionalista como por el lucro, algunos de los palestinos más ricos, tanto dentro de los territorios de la ANP como en el exterior, aportaron grandes sumas de dinero para la instalación de las zonas industriales.

Assaf estimó que el parque industrial de Jenin dará trabajo a entre 20.000 y 25.000 personas una vez que esté en pleno funcionamiento, y que los empleos que generará indirectamente serán unos 20.000.

El proyecto estará totalmente encaminado en febrero y, seis meses después, las primeras fábricas podrán comenzar a funcionar, según el empresario.

Ubicado contra la "línea verde" (límite entre los territorios de autogobierno palestino e Israel) y con fácil acceso al puerto de Haifa sobre el mar Mediterráneo, a solo 40 kilómetros, Jenin despierta interés en empresas de productos alimenticios, cosméticos, plásticos y de papel.

"Si logramos libre movimiento de mercaderías dentro y fuera de las zonas industriales, este será un lugar productivo", pronosticó Assaf.

"Esta todavía es una inversión de alto riesgo, pero tiene sus ventajas. Y todos sabemos que sin ese riesgo no habrá inversión en Palestina", dijo Amin Haddad, jefe de inversiones de PADICO, compañía que opera la zona industrial de Gaza.

Las obras de infraestructura en ese enclave comenzarán dentro de un mes, sostuvo Haddad, quien estimó los puestos de trabajo que generará en 17.000 directos y 35.000 indirectos a fines de 1997.

Gaza cuenta con una fuerza laboral entrenada durante años en fábricas israelíes que convierte a este parque industrial en ideal para compañías textiles, según Haddad. Una empresa con capitales italianos y tunecinos ya expresaron su interés en instalar una productora de prendas de cuero, anunció.

La tercera zona industrial, en la zona de Nablus, Cisjordania, generará entre 18.000 y 20.000 puestos de trabajo directos y entre 30.000 y 40.000 indirectos cuando esté en marcha, pronosticó el empresario.

"Estamos discutiendo muchas ideas. Somos la principal compañía de inversión de Palestina y creemos que hay grandes oportunidades para empresas locales e internacionales", afirmó Haddad.

Pero todavía hay dificultades que deben ser resueltas.

Las obras para la instalación de un puerto en Gaza tomarán unos dos años. Además, Israel prometió la apertura de un pasaje seguro entre Cisjordania y Gaza, si bien eso está retrasado desde diciembre por medidas de seguridad. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/mj/dv if/96

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