MONGOLIA: Apertura al mundo amenaza a deportes tradicionales

Mongolia, cuyas aspiraciones de desarrollo se vieron trabadas primero por la dominación china y luego porque fué un país satélite de la extinta Unión Soviética durante 70 años, ahora busca ingresar a pleno derecho en el siglo XXI.

Una improbable área en la que Mongolia debería poner inmediatamente su marca es la lucha, porque el país tiene una larga historia de tradición deportiva. Junto con la arquería y la equitación, la lucha es uno de los deportes que ha definido aquí el tiempo libre desde la era de Genghis Khan en el siglo XII.

Sin embargo, en años recientes, otros deportes han emergido y hasta podrían eclipsar el dominio de la lucha en el incierto mundo de Mongolia postcomunista.

El domingo último, un grupo de jóvenes perteneciente a los Diablos de los Negocios, el principal equipo de la Asociación de Baloncesto de Mongolia (ABM), jugó contra un conjunto ruso, los Astros de Irkutsk, en un gimnasio local. El encuentro fué visto por una numerosa concurrencia que abarrotó el estadio abierto donde acostumbran a exhibirse los mejores luchadores nacionales.

Los Diablos de los Negocios, como promedio, medían 10 centímetros menos que sus rivales rusos pero se prodigaron físicamente y perdieron por un margen de solo dos puntos.

"Desde la apertura política de los años '90, disponemos de más y mas información acerca del mundo". declaró B. Odonjil, el vicepresidente de la ABM.

"Baloncesto es una de las consecuencias de esa revolución informativa", agregó. "Como mongol, tambien espero que la lucha evolucione, pero sigue manejada con el viejo sistema por gente que no comporende el mundo moderno".

Igual que otros aspectos del país, los reglamentos de la lucha han quedado petrificados en el tiempo.

Basándose en sus orígenes religiosos, las normas del evento siguen demandando a los luchadores victoriosos que bailen sobre el escenario del encuentro con los brazos extendidos imitando el vuelo de un águila o del mítico pájaro Garuda.

Asistentes ataviados con coloridos trajes de ceremonia siguen al contendiente hasta el campo de lucha, actuando como segundos en un duelo. Durante la competencia, tienen la gorra de ceremonia del luchador y actúan como entrenadores y árbitros. No hay discriminación de peso y las luchas continúan hasta que uno de los contendientes arroja a su rival al suelo.

En opinión de Odonjil, la lucha al estilo mongol puede ser una tradición venerable pero tristemente fuera de lugar en el mundo moderno. Señaló que el Sumo, la lucha japonesa, que ha adoptado reglas de tiempo para finalizar más rápido, es un ejemplo de la modernización requerida en Mongolia.

Incluso aquellos que son partidarios de las viejas reglas admiten que la calidad de la lucha mongol no es la misma que se dió cuando la maquinaria deportiva al estilo soviético estuvo en funciones. Los luchadores nacionales normalmente traían a casa al menos una medalla olímpica.

Mientras otros países con mucha más población que los 2,2 millones de mongoles ganaban medallas de oro, los luchadores nacionales tenían un respetable desempeño con un flujo constante de bronces y plata. No obstante, desde 1980, las medallas por lucha se han esfumado y ahora nadie las espera de los juegos de Atlanta, que comienzan el mes próximo.

"No estoy contento con esta situación", dijo D. Sereeter, un instructor del Instituto Nacional de Educación Física, que ganó una medalla de bronce en las Olimpíadas de México en 1968. "Los mongoles son muy fuertes por naturaleza. El cuerpo no es problema lo que falta es entrenamiento adecuado e instalaciones".

Cuando Sereeter compitió como deportista, el dinero no tampoco era problema. Como otros competidores, los luchadores eran pagados como empleados estatales, nominalmente amateurs, que así podían competir en las Olimpíadas con las viejas normas para aficionados pero con acceso a las mejores instalaciones.

Incluso los luchadores de mediano nivel podía contar con atención médica, vivienda, un trabajo como entrenador despues de retirarse y una pensión. Como el sistema económico mongol al estilo socialista se derrumbó en los años '80, esos beneficios pasaron a ser precarios.

Ahora, seis años despues que el país inició el camino hacia la democracia y la economía de mercado, la lucha afronta una virtual falta de financiación.

Azargal, un joven de 22 años que se acaba de graduar en la academia de lucha, admitió que muy pocos de sus colegas pueden subsistir con un salario estatal. Si bien se han creado clubs, la mayoría se forman en torno a un gran ex luchador, que paga para mantener a su alrededor un grupo de discípulos. La esponsorización es virtualmente desconocida excepto para algunas figuras notables apoyadas por Erdini, una compañía minera local.

Azargal tiene un ingreso equivalente a 34 dólares mensuales más premios en dinero, que comienzan a razón de 0,20 dólar por cada encuentro de lucha. Por supuesto que si se compara con lo que gana el 26 por ciento de la población, que está por debajo del umbral de pobreza con 100 dólares por año, es suficiente para vivir.

No se puede contar con el dinero de los premios porque las competencias son muy irregulares. Las instalaciones son escasas y tienen pocos equipos modernos disponibles. Erdenebat, un luchador de 33 años con título de campeón, dijo que "la subsistencia de un luchador es similar a la del pueblo mongol".

Sin embargo, la vida no es tan gris para otros deportes en Mongolia como la ABM. Organizada por un graduado de Harvard (la notoria universidad estadounidense) que retornó al país cuando finalizó la era soviética en 1990, la ABM es lo opuesto de la sociedad mongol.

Igual que los negocios que han brotado en todo el país, el nuevo fútbol profesional y las ligas de voleibol que comenzaron este año, la ABM, creada en 1993, es una parte agresiva del orden internacional. La entidad, por ejemplo, mantiene regulares contactos con la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA).

El baloncesto ha cobrado gran popularidad en Mongolia, especialmente con la llegada de la televisión por cable que lleva los encuentros disputados en Estados Unidos dentro de las casas mongoles. Por esa razón, ese deporte impactó ya a una multitud de gente joven y educada.

Los equipos locales son patrocinados por entidades tambien locales que pagan a los jugadores sueldos promedio de 80 dólares mensuales.

Los Diablos, por ejemplo, están patrocinados por el Banco de Negocios de Mongolia. Otros equipos tienen nombres pintorescos como Aguilas del Altai, Ciervos de Burkhant o Generales Monsónicos.

Como un reflejo de la penetración de misioneros cristianos del protestantismo evangélico en esta tierra de budistas y shamanes, un equipo es patrocinado incluso por cristianos de Hong Kong. Se denomina Uno más Once -uno por Cristo y 11 por sus discípulos- menos Judas, el traidor bíblico.

No obstante, mientras la lucha resultaría incapaz de competir con la atracción internacional del baloncesto, muchos de sus partidarios se muestran reluctantes a cambiar las normas. Algunos admiten que el deporte requiere mejor organización, esponsorizaciones e instalaciones adecuadas, pero son incapaces de cuestionar el tabú de las reglas.

Sentado bajo el brillante sol mongol, Erdenebat, el campeón de lucha, reconoció que otros deportes podían atraer a nuevos aficionados pero las normas de la lucha mongol "no cambiarán jamás".

Tras formular esa sentencia se dirigió hacia el área de competición seguido por su segundo que le llevaba la gorra. Erdebenat entonces caminó hasta donde se encontraba su joven oponente mientras la excitacion crecía entre los espectadores.

Imitando los movimientos del mítico pájaro Garuda, se desplazaron en círculo uno frente al otro por algunos minutos y, repentinamente se aferraron por los brazos. Tras forcejear 10 minutos, el rival de Erdenebat cedió y fue arrojado al suelo.

Erdebenat se puso cuidadosamente la gorra y lentamente caminó hacia la concurrencia, con pasos pausados y gigantesco, batiendo sus brazos como el macizo y antiguo pájaro. (FIN/IPS/tra- en/rc/cpg/ego/sp).

= 07020935 DAP004

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe