MEXICO: Intolerancia, el otro precio de la fe

Expulsión de familias, arrestos, procesos inquisitorios y hasta choques armados son evidencias de la creciente intolerancia religiosa que se registra en México, país donde se concentra el mayor número de católicos de América Latina.

En 19 de los 31 estados del país existen problemas de intolerancia, especialmente contra agrupaciones protestantes. El gobierno debe intervenir alentando la creación de consejos interreligiosos, dijo este lunes la Comisión Nacional Evangélica de Derechos Humanos.

Tras reconocer que existen al menos seis "focos rojos" de intolerancia y fanatismo religioso, la Secretaría de Gobernación (Interior) informó que inició en varios estados acciones policiales o de concertación social para garantizar el derecho a la libertad de culto.

En uno de los múltiples ejemplos de la problemática, a fines de junio Imelda Yescas fue expulsada junto a varios de sus familiares de la comunidad San Juan Yae, en el estado sureño de Oaxaca, después de haber sido encarcelada y juzgada por un consejo que la declaró indeseable por profesar una doctrina pentecostal.

Luego de un proceso inquisitorio realizado por los dirigentes de la comunidad, que se gobierna por usos y costumbres tradicionales, se acusó a Yescas y otras 25 personas de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo de "indignos" y se ordenó que su templo fuera destruido.

El caso de Oaxaca es apenas uno más dentro de una lista que crece día a día en México, donde según cifras de El Vaticano hay 86,9 millones de católicos bautizados, el mayor número entre los países de América Latina.

A las puertas del siglo XXI, la necesidad del hombre por creer en un ser superior que explique su existencia junto a la pobreza y debilidad de las religiones, lleva a que aumente el fanatismo y la intolerancia, opina José Arellano, sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Uno de los estados con mayores problemas religiosos en México es Chiapas, zona de mayoritaria presencia indígena donde se estima que los protestantes representan 50 por ciento de la población. Allí son continuos los enfrentamientos violentos entre miembros de distintas iglesias.

Aprovechando la visita de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a México, la Comisión Nacional Evangélica presentó este domingo un documento que habla de los "atropellos, vejaciones, homicidios y expulsiones por motivos religiosos" en Chiapas.

En el documento, los evanglélicos destacan el caso de la comunidad de San Juan Chamula, donde los niños carecen de escuela por ser evangélicos, y el de Huixtán, lugar de donde fueron recientemente desalojados y despojados de sus tierras 150 personas, con el argumento de que pertenecen a otro credo.

La pobreza extrema, sobre todo entre las poblaciones indígenas, y la crisis de valores son factores que propician la formación de sectas, señala un análisis de la Conferencia Episcopal Mexicana.

Para Mauro Ruvalcaba, de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo, "al insitir (la jerarquía Católica) en el uso del término secta, en su sentido más peyorativo, se niega todos los esfuerzos de cooperación ecuménica e interreligiosa".

Según estudios del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), entre 1970 y 1990 la religión católica en esta región del mundo perdió 40 millones de feligreses y podría perder otro número similar al finalizar el siglo.

América Latina concentra el mayor número de católicos en el planeta, pero es también la zona donde más fieles cambian de religión diariamente, reconoce el Celam.

En México están registradas 4.001 asociaciones religiosas. De ellas 1.971 son católicas, 1.959 de obediencia romana, tres a la ortodoxa, dos a la antioqueña, tres a la trento, dos a la mexicana, una a la griega y una más a la de Moscú.

En la f Protestante están registradas 1.967 asociaciones, siendo la variante evangélica la que más organizaciones reúne (con 995), seguida de la bautista (670). También existen iglesias pentecostales, presbiterianas, luteranas, mormonas y anglicanas.

Además hay 11 asociaciones religiosoas orientales, como budistas, islámicas, krishna e hindú.

Actualmente el gobierno intenta concertar junto a las diferentes iglesias la regulación, en el marco de la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, del acceso a los medios de comunicación.

Además de promover a Cristo, muchas sectas desean dividir a las bases populares, lo que abre un enorme riesgo de enfrentamientos por motivos religiosos, señaló el secretario general de la Celam, el obispo colombiano Jorge Jiménez. (FIN/IPS/dc/dg/cr/96)

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