El jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Mario Hung, decartó hoy que un grupo de oficiales intentara el fin de semana un golpe para desplazarlo por no compartir la forma en que conduce la institución.
Hung declaró a la prensa que lo que había sucedido fue que varios oficiales, "al calor de los tragos (licor) y emocionados empezaron a vertir sus opiniones de inconformidad por la situación económica de las Fuerzas Armadas".
"Estas acciones trascendieron a la prensa, que le dio las connotaciones de alarma, pero la verdad es que en ningún momento se habló de defenestrarme y sacarme del país", manifestó.
Este lunes, la prensa local informó que Hung y su cuerpo de inteligencia abortaron un presunto golpe propiciado por cuatro oficiales -el coronel Carlos Andino Cobos, de la Escuela de Comando y Estado Mayor, y tres mayores- representantes de un núcleo inconforme con el alto mando castrense.
Estos militares no compartirían la decisión de austeridad presupuestaria impuesta por Hung a las Fuerzas Armadas, así como lo que consideran "coqueteos" con el presidente Carlos Roberto Reina.
A ello se suma, la suspensión de beneficios como gastos de combustible y teléfono, contempladas en las planillas oficiales de la institución armada.
En un comunicado emitido este lunes, las Fuerzas Armadas niegan divisiones internas.
Sin embargo, trascendió que una llamada de uno de los oficiales leales a Hung, quien se encontraba en la norteña ciudad de Trujillo, fue lo que evitó el golpe, obligándolo a trasladarse inmediatamente a Tegucigalpa para controlar la situación.
Este martes, la prensa hondureña indicó que todo estaba listo para sacar del país a Hung en uno de los aviones de la Fuerza Aérea, como ocurrió en otras ocasiones con dos de sus antecesores.
Pero el jefe de las Fuerzas Armadas salió al paso de estas versiones, a las que calificó de rumores magnificados por la prensa que en nada favorecen el "deseo de paz y reconciliación de la familia hondureña". (FIN/IPS/tm/ag/ip/96
