GOLFO: Arabia Saudita se pone ruda contra militantes islámicos

El gobierno de Arabia Saudita, respaldado por clérigos musulmanes, está preparando una ofensiva contra militantes religiosos con el fin de garantizar la seguridad del personal militar de sus aliados occidentales apostados en el reino.

Riyadh también comenzó a revisar sus vínculos con naciones amigas en materia de seguridad. El secretario de Asuntos Extranjeros de Gran Bretaña, Malcolm Rifkind, visitó este martes el país para discutir la amenaza del creciente terrorismo.

Arabia Saudita era considerada hasta no hace mucho la nación más segura de la convulsionada región, hasta que en los últimos meses se produjeron distintos atentados dirigidos contra militares estadounidenses apostados en el reino.

El principal organismo religioso del gobierno saudita, la Junta de Ulemas, condenó el atentado con un cochebomba contra el edificio Khobar, residencia de militares de Estados Unidos al este del puerto de Dhahran. Los sacerdotes calificaron la explosión de "acto criminal prohibido por la ley islámica".

Así, la Junta se alineó detrás de la familia real y alertó contra el efecto de "falsas enseñanzas del Islam" en los jóvenes árabes.

Se sospecha que militantes islámicos furiosos por la presencia de soldados extranjeros en Arabia Saudita, donde se ubican los lugares más sagrados de la religión musulmana, son responsables del ataque a la base aérea King Abdul Aziz, en Khobar.

El respaldo de los ulemas hará más fácil para el gobierno la represión contra los fundamentalistas religiosos que generan problemas políticos desde hace tiempo, según observadores políticos.

Miles de funcionarios encrgados de seguridad fueron desperdigados por todo el país para cazar terroristas, con la ayuda de investigadores de Estados Unidos.

El gobierno también dispuso medidas de seguridad adicionales para militares, diplomáticos y ciudadanos occidentales que residen en su territorio. Funcionarios de Londres afirmaron que revisarán las condiciones de seguridad de los aviadores británicos apostados en Khobar y en la base de Khamis Mushait.

Las embajadas de Gran Bretaña y Estados Unidos levantaron barricadas después de otro atentado sufrido por un centro de entrenamiento militar estadounidense en Riyad en noviembre pasado.

Observadores políticos del Golfo dijeron que la familia real saudita está decidida a no dejar que el atentado contra Khobar perjudique los vínculos militares con naciones occidentales.

Otros estados del Golfo (Kuwait, Omán, Quatar, Bahrain y Emiratos Arabes Unidos) también reforzaron las medidas de seguridad alrededor de edificios estadounidenses.

Mientras tanto, Irán, el archienemigo de Arabia Saudita, negó haber participado en el atentado, si bien en el pasado su gobierno fundamentalista llamó a la revolución islámica en el reino si no se producía el retiro de las tropas de Estados Unidos.

Los iraníes, nación de mayoría chiíta, son acusados de suministrar armas a militantes islámicos en los países del Golfo, predominantemente sunnitas, entre ellos Arabia Saudita.

Teherán acusó a Washington y al nuevo gobierno derechista de Israel de usar el atentado cotra Khobar para dar másfuerza a su campaña contra Iran.

Observadores políticos afirman que el atentado fue efectuado por grupos islámicos. Otrora respaldados por Arabia Saudita y otros países de la región, se volvieron hostiles a esos gobiernos después de la guerra del Golfo en 1991, cuando militares estadounidenses se apostaron en el reino.

Estas organizaciones emitieron numerosas amenazas de ataques si los soldados no musulmanes no se retiraban de la región.

Se sospecha que los autores del atentado de Khobar pelearon con los rebeldes mujaidines en Afganistán. Irónicamente, fueron entrenados por expertos de Estados Unidos. Jóvenes procedentes del Golfo ingresaron a la guerrilla afgana para luchar contra el dominio soviético sobre Kabul.

Funcionarios de seguridad sauditas confían en que atraparán a los terroristas que volaron Khobar, pues, afirmaron, cuentan con evidencia suficiente para dar con el propietario del camión donde se transportaron y activaron los explosivos.

Los testigos presenciales brindaron descripciones de dos personas que huyeron del lugar poco antes de la explosión. Los retratos hablados de los terroristas se difundirán pronto, anunció el gobierno. (FIN/IPS/tra-en/am/mu/mj/ip/96

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