Los cambios en el gabinete anunciados en la noche del martes por el presidente de Costa Rica, José María Figueres, fueron recibidos hoy con poco entusiasmo en medios políticos y sindicales.
Lejos de lo que se esperaba, Figueres ratificó en el puesto a 12 ministros, trasladó a tres muy cuestionados a otras carteras y sólo incorporó tres nuevas caras a su equipo de gobierno.
La opinión predominante es que el gabinete de Figueres no ha desempeñado una buena labor, por lo que el mandatario provocó amplia expectativa cuando el lunes anunció que había pedido la renuncia a todo el gabinete.
La única decisión bien recibida fue la eliminación de cuatro cargos de ministros sin cartera, creados por el actual gobierno.
El candidato presidencial del opositor Partido Unidad Social Cristiana, Miguel Angel Rodríguez, dijo que Figueres falló en el propósito de generar expectativas para reactivar la economía y permitir un diálogo político.
"Veo esto con gran preocupación y estoy defraudado. Se llevó al pais a grandes expectativas para no producir ningún resultado. Esto va a aumentar la visión pesimista y la desesperación de los costarricenses", aseguró Rodríguez.
Ese partido se manifestó particularmente molesto por la permanencia en el gabinete del ministro de Seguridad, Juan Diego Castro, quien fue trasladado al Ministerio de Justicia.
La Asamblea Legislativa emitió el año pasado un voto de censura contra Castro, con los votos del gobernante partido Liberación Nacional, por considerar que irrespetó la dignidad del Poder Legislativo al protagonizar un desfile policial al cual le atribuyeron intenciones intimidatorias.
En medios parlamentarios se comentaba este miércoles que la designación de Castro en el Ministerio de Justicia entorpecerá el trámite de presupuestos para el mejoramiento del sistema penitenciario.
El presidente de la Asamblea Legislativa, el diputado oficialista Walter Coto, reconoció que los cambios no llenaron las expectativas de la población ni del partido gobernante.
Representantes sindicales consideraron la reestructuración del gabinete como "una burla" y una nueva falta de norte en la administración en materia social.
"No tenemos ninguna razón para entusiasmarnos con los cambios, se conserva el sesgo neoliberal y lo social queda al márgen. Sentimos que se trató de una estrategia publicitaria", señaló Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos.
Al anunciar la reestructura de su gabinete, Figueres tenía como objetivo centrar los dos años de gestión que le quedan en cuatro áreas específicas: educación, pensiones, telecomunicaciones e infraestructura.
Sin embargo, de esas cuatro áreas sólo realizó cambios en el Ministerio de Transportes, al frente del cual designó a Rodolfo Silva, un consultor internacional de gran experiencia.
Otra de las nuevas caras en el gabinete presidencial es la del diputado Ricardo Garrón, quien fue nombrado ministro de Agricultura.
También fue sustituido el ministro de Economía, Marco Antonio Vargas, quien pasa a ocupar el Ministerio de la Presidencia, en tanto aún no se ha anunciado quien ocupará cartera de Economía. (FIN/IPS/mso/ag/ip/96
