RUSIA: Lebed, árbitro de la contienda y posible presidente 2000

En Rusia es la hora del trapicheo político.

El presidente Boris Yeltsin nombró hoy al general retirado del ejército, Alexander Lebed -el candidato a la Presidencia que compitió contra él el domingo, quedando como árbitro de la contienda para la segunda vuelta- como su asesor de seguridad y jefe del poderoso Consejo de Seguridad Nacional.

Al mismo tiempo destituyó al ministro de Defensa, Pavel Grachev, viejo enemigo de Lebed.

La medida representa el tipo de maniobras de indisimulado electoralismo que se espera ver en Rusia desde ahora hasta el próximo mes, cuando se celebre el segundo turno de la votación para elegir nuevo jefe del Estado entre Yeltsin y el comunista Gennady Zyuganov, primero y segundo en la primera vuelta.

Con un resultado de 35 por ciento para Yeltsin y 31,53 por ciento para Zyuganov, tal como se esperaba, ningún candidato alcanzó el 50 por ciento que lo hubiera consagrado directamente como nuevo presidente, lo que hace forzosa la segunda vuelta.

Lebed fue tercero en la votación del domingo, obteniendo 14,89 por ciento de los votos, lo que ha lanzado tanto a Yeltsin como a Zyuganov a la caza de sus electores para el segundo turno, que el Presidente desea sea realizado el 3 de julio, en jornada laboral.

Por lo tanto, no fue Yeltsin ni Zyuganov sino Lebed, el que emergió como verdadero objeto informativo. Su destacado tercer lugar fue la mayor sorpresa de la primera votación.

El cuarto en el marcador fue Grigory Yavlinsky, economista liberal y líder del bloque de oposición democrática Yabloko, que recibió 7,56 por ciento de los votos. El ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky consiguió 5,96 por ciento. Los demás candidatos se repartieron el restante cinco por ciento.

Se espera que Yeltsin impulse la realización de similares negociaciones con Yavlinsky, quien anteriormente estuvo dispuesto a formalizar una coalición de gobierno con el Presidente pero puso la condición de éste aceptara remodelar drásticamente el gabinete.

"La euforia de los colaboradores de Yeltsin se desvaneció el lunes. La primera vuelta sólo proporcionó un moderado éxito de los candidatos, eso es todo", comentó Dmitri Olshansky, del Centro de Estudios Estratégicos.

En un discurso electoral dirigido a la nación el lunes por la noche, Yeltsin dijo que después del primer turno la cuestión ha quedado bien clara: habrá que escoger entre el pasado y el futuro.

El fiel de la balanza está en manos de Lebed, de 46 años de edad, un general que se dedicó a la política en 1995, después de haber discrepado con el ministro de Defensa, Pavel Grachev, sobre la guerra en Chechenia y asuntos clave de la reforma militar.

En el decenio precedente, Lebed ocupó altos cargos de mando en el ejército, incluyendo el puesto de comandante de la división aérea de Tula en 1991 y comandante del 14 Ejército, con base en la conflictiva región de Transdnestr, República de Moldova, de 1992 a 1995.

En su campaña, Lebed logró captar parte del electorado de diferentes sectores de la opinión, incluyendo a algunos potenciales votantes de Yeltsin, Zyuganov y Zhirinovsky.

"El cambio del voto a Zhirinovsky por Lebed demuestra que éste bien podría significar lo mismo que aquél", comentó a IPS el investigador político Sergei Solodovnik, miembro del Instituto de Relaciones Internacionales.

La mayor parte de los analistas coinciden en que "el fenómeno Lebed" revela que a un creciente número de votantes no les gusta ni Yeltsin ni Zyuganov y están buscando "la tercera fuerza".

La elección presidencial se debe cumplir cada cuatro años y ningún presidente puede desempeñar más de dos mandatos sucesivos. El propio Yeltsin -primer jefe del Estado ruso elegido por voto popular- ha dado indicios de que puede ser Lebed quien le suceda en junio del año 2000. (FIN/IPS/tra-en/ss/fn/arl/ip/96)

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