EMIRATOS ARABES UNIDOS: Arbol sagrado en la árida peninsula

Quizás en ninguna otra parte del mundo un país mantiene un censo actualizado de sus árboles. Los Emiratos Arabes Unidos (EAU) saben exactamente cuántas palmeras datileras crecen en su territorio: 22 millones, según los últimos cálculos.

Nada más sorprendente para cualquier viajero que comprobar la reverencia con que los habitantes de la árida peninsula arábiga tratan al árbol que les dá los dátiles.

Para aquellos habituados a climas más benignos, un árbol es solo eso, pero en los EAU la palmera datilera ha sido tratada tradicionalmente con un respeto casi religioso. Los nombres locales de la palmera lo dicen todo: "Arbol de la Vida" o la "Princesa del desierto".

A medida que los ricos estados petroleros del Golfo expanden sus áreas urbanas, los árboles han perdido algo de su respeto. Ahora, los EAU los están reinstalando y han lanzado una iniciativa para plantar varios millones y crear un centro de estudios de la planta y su cultivo científico.

Una saludable palma datilera puede dar frutos durante un siglo y su capacidad de regeneración es legendaria. Solo en el desierto nororiental del Golfo hay alrededor de 2.000 variedades.

Las palmas datileras figuran entre los primeros árboles cultivados por el hombre, y se menciona en "Historia Plantarum", un libro escrito en el siglo IV AC por el padre de la botánica, el estudioso griego Teofrasto.

Las especies que crecen extensamente en los EAU llevan el nombre latino de Phoenix Dactylera, por la legendaria ave Fénix, capaz de prenderse fuego a sí misma y renacer de sus cenizas cada 500 años.

Con sus raíces que se hunden más de 10 metros en la arena y su corona expuesta a los enceguecedores rayos del sol del desierto, se dice que las palmeras datileras tienen los pies en el paraíso y la cabeza en el infierno, según el folklore local.

Solo las palmeras femeninas dan frutos, lo cual explica porqué cuando se cultivan con propósitos comerciales, por cada 100 árboles plantados solo 10 son palmas masculinas.

Una planta masculina con buenos antecedentes es altamente apreciada, como si fuera un ejemplar reproductor. El hecho que el polen masculino juegue un papel crucial en el tamaño de la fruta y su nivel productivo fué descuidado en el pasado por los campesinos, que enfocaron su atención a buenas variedades de palmas femeninas.

Como consecuencia, los cultivadores de los EAU enfrentan actualmente un problema común, la escasez de plantas masculinas capaces de dar buenas cantidades de polen.

Cuando se cultivan palmeras datileras, es necesario polinizar las flores femeninas con medios artificiales. Las palmas masculinas generadoras de polen son plantadas al costado de las femeninas. Con el método tradicional de polinización manual, los racimos masculinos son cortados e invertidos entre los racimos de flores femeninos.

El Ministerio de Agricultura y Pesca de los EAU ha modernizado el lento y tedioso método manual mediante máquinas que hacen el trabajo con rapidez y eficacia.

A poco más de un mes de la polinización, el fruto comienza a aparecer, pequeño, verde y amargo primero, si bien a mitad del verano ya cuelga en masivos racimos de color rojo ambarino.

Un racimo puede tener más de 1.000 frutos y pesar más de 10 kilos. Un árbol adulto puede proporcionar más de media tonelada de dátiles por año.

La cosecha, tradicionalmente, es una fiesta. Los racimos son cortados a mano y almacenados en un lugar cálido para que se sequen. Sin embargo, el tradicional método de secado invariablemente causa un deterioro de la calidad y daños por insectos. Actualmente, es popular una técnica mejorada mediante la cual los frutos son secados en una casa de plástico.

Antes que el petróleo transformara sus vidas, los beduínos árabes virtualmente sobrevivían gracias a los dátiles. Como un símbolo de todas las cosas buenas, la palma datilera tiene 360 usos diferentes, según se afirma.

Aparte de su fruto nutritivo, muy apropiado para conservar y almacenar, virtualmente cada parte del árbol tiene un uso particular y nada se desperdicia.

El tronco y las hojas, por ejemplo, son usados como materiales de construcción para la cabaña "marsati", frondas y fibras son barreras que contienen las dunas de arena, las hojas se transforman en cestos, carpetas y otros artículos, mientras sus fibras dan orígen a cuerdas y su madera prensada se usa como material de construcción de embarcaciones.

Los emiratos montaron un futurístico laboratorio para la cultura del tisú de la palma datilera en la ciudad oasis de Al al- Ain en 1989. En la cultura técnica del tisú, trozos de tejido de la planta son cultivados y dispuestos ascépticamente en contenedores especiales. Ese nutritivo medio contiene normalmente azúcar, vitaminas y sales minerales.

Es posible hacer crecer plantas enteras en tubos de ensayo. Todos lo que se necesita son algunas células y hormonas de crecimiento de la planta en proporciones específicas. El laboratorio está montado para producir un millón de plántulas por año para hacer frente a la creciente demanda de dátiles y árboles que frenen la desertificación. (FIN/IPS/tra-en/am/an/kd/ego/dv).

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